Como parte del proceso de selección natural, la abeja de Puerto Rico (boricua) se adaptó a las condiciones naturales de su ambiente.
Con la invasión de la abeja africana en la década del 90 y
la desaparición en Puerto Rico de la abeja europea, conocida como melífera lingüística,
se pensó que en la isla se quedó reinando una abeja agresiva, pero estudios han
demostrado que nuestra abeja es un híbrido, africanizada y dócil.
Como parte del proceso de selección natural, la abeja boricua se adaptó a las condiciones naturales de su ambiente, de una isla tropical, donde llueve mucho y ocurren fuertes vientos y huracanes, por lo que genéticamente predomina su laboriosidad para recolectar recursos y miel, que garanticen su sobrevivencia.
La agresividad de una de sus predecesoras, la abeja asesina, se redujo en un 40%, transformándose esa agresividad, no para defenderse de vertebrados grandes, sino para defender la colmena y combatir los ácaros, que afectan a las abejas a nivel mundial.
Nuestra abeja es dócil y mercadeable, a juicio de la comunidad científica que la estudia.
“Aquí también tenemos ese ácaro. Está presente con las abejas. No les causa mortalidad y malformaciones. Es un ácaro en equilibrio. La abeja tiene un mecanismo de resistencia por sus mismos genes, que hacen que no reaccione de la misma forma que en Estados Unidos y en Europa”, expuso Jenny Acevedo, investigadora y experta en ácaros de la Universidad de Puerto Rico.
“Estamos maravillados porque tenemos una súper abeja. Teníamos antes la Apis mellifera lingüística. En 1994 entraron las africanas. Las abejas silvestres, en el mismo ambiente, entre enjambrazón de zánganos y abeja reina, hubo esa mezcla natural. Han pasado muchísimos años para que ahora tengamos un híbrido”, indicó.
La científica comentó que el único estado que tienen condiciones para vender abejas reinas europeas es Hawái.
En este momento continúan realizando estudios con las abejas híbridas boricuas y sus características, bajo la tutela del profesor experto en comportamiento de abejas de la UPR, Tugrul Giray.
“Si nosotros llegamos a sustentar todas las investigaciones hasta el momento y de verdad la abeja de aquí tiene genes de resistencia y sigue siendo dócil, podemos tener un centro de exportación de estas abejas a diferentes apiarios en el mundo”, expuso Acevedo.
No son asesinas
El profesor Giray descubrió en 1994 que las abejas en Puerto Rico eran africanizadas. Las llamadas asesinas.
“Decidí recoger algunas colmenas para ver si podíamos ver el comportamiento de agresividad en comparación con las abejas italianas que compran en Hawái. Yo tenía las de aquí y las de Hawái. Para nuestra sorpresa, en el campo no estaban atacando. Decidimos estudiar ese aspecto: si son agresivas o no”, relató el científico.
Con el patrocinio del Center for Apis Tropical Ecology, el Dr. Giray condujo un primer proyecto de investigación, para estudiar esas “abejas invasoras que vienen de afuera”, que no estaban en la isla.
“Descubrimos que eran africanizadas. De hecho, tenían el ADN mitocondrial africana. La herencia maternal era africana. Nos sorprendió aún más, porque no nos atacaban en el campo cuando estábamos recogiendo colmenas. Yo había empezado a estudiar abejas asesinas en México y cuando es una colmena agresiva, lo reconozco”.
El científico observó que el comportamiento no era tan diferente al de las europeas.
“Quisimos ver si en una misma población, una misma colmena, una misma caja, si iban a salir igual de dócil (que la europea). Hicimos eso y salió que no eran diferentes. Hay una manera estándar de manejar colmenas. Eran iguales a las italianas .Eso no era suficiente. También iríamos a su genoma de parte paterna y si tenían los genes africanos y salió que sí. Tenían de ambos lados, africana y europea. Sí son híbridos africanizadas”, relató el investigador.
Luego tenían que descartar, partiendo de varias premisas: si teníamos abejas africanas; si nos llegó a Puerto Rico “lo mejor de la abejas africanas (no agresivas)”.
“Tal vez cogimos lo mejor de lo mejor. ¿Por qué, si estamos en una isla? Puede ser que las africanas que vinieron a Puerto Rico eran buenas”, se preguntaban.
Giray comenzó a investigar cómo eran las abejas africanas cuando llegaron a Puerto Rico. Una búsqueda en los archivos de periódicos arrojó que en los años 94, 95, 96 y 97 hubo ataques de la abeja africana, que resultaron en muertes.
“Las abejas atacaron y mataron a la gente en Puerto Rico, según la prensa, por cuatro años consecutivos. Antes de eso, nunca hubo muertos por ataque de abejas, pero luego no. El número era de 10 mil ataques al año. Eso fue lo que se estaba reportado. En este momento, los números están en 600 al año. Cien veces menos agresivas ahora que cuando llegaron”, aseveró.
Selección natural
“Sí eran agresivas. Pero en Puerto Rico se pusieron dóciles. No tiene que ver con hibridización. Aquí tenemos 40%. Nos queda que las condiciones de la isla están empujando a esa abeja a un tipo de mejoramiento de genética natural, a dejar de ser agresiva. Un cambio de selección, de reducción de agresividad”, apuntó.
Repitieron el estudio en el 2012, para probar la conducta, con el mismo resultado. Luego, en el 2013, identificaron alelos dominantes y recesivos de la abeja africanizada.
“Nosotros demostramos que nuestra abejas tienen buena defensa del ácaro, como las africanas y son dóciles como la europea. Tenemos unos mosaicos, algunos rasgos más similares a uno, y otros más similares al otro. Probamos eso en 2013”, acotó, refiriéndose a los investigadores Jenny Acevedo y Alberto de Lima.
“Tenían alelos de la europeas en un 90%. En el cromosoma uno, encontraron 11 diferentes genes de defensa contra ácaros. En esa, los alelos eran casi 100% africano. Ese descubrimiento lo publicaron el pasado año en DNC Genetics (revista científica). Lo que tenemos aquí es un mosaico y pudieron sacar dos alelos bajo presiones de nuestro ambiente. Lo sacaron, lo que era más dócil y mejor protegido”, recalcó.
¿Por qué ser dócil, es mejor en la isla?, fue otra pregunta que contestaron. La explicación es que la colmena es como si fuera un país. Tiene trabajadores, recursos y tiene que invertir y trabajar en diferentes prioridades, en la defensa nacional. El desarrollo es otra prioridad. Las abejas más jóvenes se ocupan de recoger materiales, recursos y miel. El otro grupo, los que en una manera agresiva defienden la colmena, son los soldados.
“Pensamos que en Puerto Rico ocurrieron dos inversiones, es más recoger materiales, porque no tienen enemigos vertebrados grandes que ataquen las colmenas y a veces no hay recurso abundante, debido al tiempo lluvioso. No hay recursos y tienen que acumular recursos. No vale de nada, si no tienen de qué defenderse. No tienen elementos para sobrevivir. Los huracanes y tormentas que afectan la isla, esa es la razón para que tengan que cambiar”.
Giray indicó que en Puerto Rico hay un estimado de 150 mil colmenas silvestres, que tienen que sobrevivir, defenderse contra el ácaro y buscar alimento.
“Ese programa de selección natural es efectivo. Nadie escapa de esa selección natural”, sentenció.
fuente: http://www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/nota/mercadeablelaabejaboricuaporserdocilytrabajadora-1011866/
ES MI OPINION:
ES INTERESANTE VER, COMO LO QUE VENGO PREGONANDO DESDE HACE AÑOS, LOS BENEFICIOS DE LAS ABEJAS AFRICANIZADAS...
EN ALGUNOS PAISES LO EMPIEZAN A COMPROVAR... PREFIERO MIL VECES PERDER UN POCO DE PRODUCCION POR VARROA A COLOCAR UN SOLO PRODUCTO DE LABORATORIOS.
ESTA RECONTRA PROBADO QUE NO VIVEN DE LA APICULTURA SINO DE LOS APICULTORES..... Y QUE LOS ACARICIDAS NO SON LA SOLUCION... TODO LO CONTRARIO....SON PARTE DEL PROBLEMA... TRANSFORMAN A LAS ABEJAS EN DROGADEPENDIENTES....
LA ABEJA AFRICANIZADA ES UNA SOLUCION PARA MUCHOS LUGARES DEL MUNDO... PERO LO MAS IMPORTANTE ES LA SELECCIONGENETICA NATURAL.. O LLEVADA DE LA MANO SIN APUROS...
EL APICULTOR SOLO DEBE APRENDER A SELECCIONAR SUS PROPIAS ABEJAS PARA AHI ENCONTRAR LA ABEJA RESISTENTE A VARROA SIN USO DE ACARICIDAS...
EDMUNDO F. GABUS TOGNOLA.
Como parte del proceso de selección natural, la abeja boricua se adaptó a las condiciones naturales de su ambiente, de una isla tropical, donde llueve mucho y ocurren fuertes vientos y huracanes, por lo que genéticamente predomina su laboriosidad para recolectar recursos y miel, que garanticen su sobrevivencia.
La agresividad de una de sus predecesoras, la abeja asesina, se redujo en un 40%, transformándose esa agresividad, no para defenderse de vertebrados grandes, sino para defender la colmena y combatir los ácaros, que afectan a las abejas a nivel mundial.
Nuestra abeja es dócil y mercadeable, a juicio de la comunidad científica que la estudia.
“Aquí también tenemos ese ácaro. Está presente con las abejas. No les causa mortalidad y malformaciones. Es un ácaro en equilibrio. La abeja tiene un mecanismo de resistencia por sus mismos genes, que hacen que no reaccione de la misma forma que en Estados Unidos y en Europa”, expuso Jenny Acevedo, investigadora y experta en ácaros de la Universidad de Puerto Rico.
“Estamos maravillados porque tenemos una súper abeja. Teníamos antes la Apis mellifera lingüística. En 1994 entraron las africanas. Las abejas silvestres, en el mismo ambiente, entre enjambrazón de zánganos y abeja reina, hubo esa mezcla natural. Han pasado muchísimos años para que ahora tengamos un híbrido”, indicó.
La científica comentó que el único estado que tienen condiciones para vender abejas reinas europeas es Hawái.
En este momento continúan realizando estudios con las abejas híbridas boricuas y sus características, bajo la tutela del profesor experto en comportamiento de abejas de la UPR, Tugrul Giray.
“Si nosotros llegamos a sustentar todas las investigaciones hasta el momento y de verdad la abeja de aquí tiene genes de resistencia y sigue siendo dócil, podemos tener un centro de exportación de estas abejas a diferentes apiarios en el mundo”, expuso Acevedo.
No son asesinas
El profesor Giray descubrió en 1994 que las abejas en Puerto Rico eran africanizadas. Las llamadas asesinas.
“Decidí recoger algunas colmenas para ver si podíamos ver el comportamiento de agresividad en comparación con las abejas italianas que compran en Hawái. Yo tenía las de aquí y las de Hawái. Para nuestra sorpresa, en el campo no estaban atacando. Decidimos estudiar ese aspecto: si son agresivas o no”, relató el científico.
Con el patrocinio del Center for Apis Tropical Ecology, el Dr. Giray condujo un primer proyecto de investigación, para estudiar esas “abejas invasoras que vienen de afuera”, que no estaban en la isla.
“Descubrimos que eran africanizadas. De hecho, tenían el ADN mitocondrial africana. La herencia maternal era africana. Nos sorprendió aún más, porque no nos atacaban en el campo cuando estábamos recogiendo colmenas. Yo había empezado a estudiar abejas asesinas en México y cuando es una colmena agresiva, lo reconozco”.
El científico observó que el comportamiento no era tan diferente al de las europeas.
“Quisimos ver si en una misma población, una misma colmena, una misma caja, si iban a salir igual de dócil (que la europea). Hicimos eso y salió que no eran diferentes. Hay una manera estándar de manejar colmenas. Eran iguales a las italianas .Eso no era suficiente. También iríamos a su genoma de parte paterna y si tenían los genes africanos y salió que sí. Tenían de ambos lados, africana y europea. Sí son híbridos africanizadas”, relató el investigador.
Luego tenían que descartar, partiendo de varias premisas: si teníamos abejas africanas; si nos llegó a Puerto Rico “lo mejor de la abejas africanas (no agresivas)”.
“Tal vez cogimos lo mejor de lo mejor. ¿Por qué, si estamos en una isla? Puede ser que las africanas que vinieron a Puerto Rico eran buenas”, se preguntaban.
Giray comenzó a investigar cómo eran las abejas africanas cuando llegaron a Puerto Rico. Una búsqueda en los archivos de periódicos arrojó que en los años 94, 95, 96 y 97 hubo ataques de la abeja africana, que resultaron en muertes.
“Las abejas atacaron y mataron a la gente en Puerto Rico, según la prensa, por cuatro años consecutivos. Antes de eso, nunca hubo muertos por ataque de abejas, pero luego no. El número era de 10 mil ataques al año. Eso fue lo que se estaba reportado. En este momento, los números están en 600 al año. Cien veces menos agresivas ahora que cuando llegaron”, aseveró.
Selección natural
“Sí eran agresivas. Pero en Puerto Rico se pusieron dóciles. No tiene que ver con hibridización. Aquí tenemos 40%. Nos queda que las condiciones de la isla están empujando a esa abeja a un tipo de mejoramiento de genética natural, a dejar de ser agresiva. Un cambio de selección, de reducción de agresividad”, apuntó.
Repitieron el estudio en el 2012, para probar la conducta, con el mismo resultado. Luego, en el 2013, identificaron alelos dominantes y recesivos de la abeja africanizada.
“Nosotros demostramos que nuestra abejas tienen buena defensa del ácaro, como las africanas y son dóciles como la europea. Tenemos unos mosaicos, algunos rasgos más similares a uno, y otros más similares al otro. Probamos eso en 2013”, acotó, refiriéndose a los investigadores Jenny Acevedo y Alberto de Lima.
“Tenían alelos de la europeas en un 90%. En el cromosoma uno, encontraron 11 diferentes genes de defensa contra ácaros. En esa, los alelos eran casi 100% africano. Ese descubrimiento lo publicaron el pasado año en DNC Genetics (revista científica). Lo que tenemos aquí es un mosaico y pudieron sacar dos alelos bajo presiones de nuestro ambiente. Lo sacaron, lo que era más dócil y mejor protegido”, recalcó.
¿Por qué ser dócil, es mejor en la isla?, fue otra pregunta que contestaron. La explicación es que la colmena es como si fuera un país. Tiene trabajadores, recursos y tiene que invertir y trabajar en diferentes prioridades, en la defensa nacional. El desarrollo es otra prioridad. Las abejas más jóvenes se ocupan de recoger materiales, recursos y miel. El otro grupo, los que en una manera agresiva defienden la colmena, son los soldados.
“Pensamos que en Puerto Rico ocurrieron dos inversiones, es más recoger materiales, porque no tienen enemigos vertebrados grandes que ataquen las colmenas y a veces no hay recurso abundante, debido al tiempo lluvioso. No hay recursos y tienen que acumular recursos. No vale de nada, si no tienen de qué defenderse. No tienen elementos para sobrevivir. Los huracanes y tormentas que afectan la isla, esa es la razón para que tengan que cambiar”.
Giray indicó que en Puerto Rico hay un estimado de 150 mil colmenas silvestres, que tienen que sobrevivir, defenderse contra el ácaro y buscar alimento.
“Ese programa de selección natural es efectivo. Nadie escapa de esa selección natural”, sentenció.
fuente: http://www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/nota/mercadeablelaabejaboricuaporserdocilytrabajadora-1011866/
ES MI OPINION:
ES INTERESANTE VER, COMO LO QUE VENGO PREGONANDO DESDE HACE AÑOS, LOS BENEFICIOS DE LAS ABEJAS AFRICANIZADAS...
EN ALGUNOS PAISES LO EMPIEZAN A COMPROVAR... PREFIERO MIL VECES PERDER UN POCO DE PRODUCCION POR VARROA A COLOCAR UN SOLO PRODUCTO DE LABORATORIOS.
ESTA RECONTRA PROBADO QUE NO VIVEN DE LA APICULTURA SINO DE LOS APICULTORES..... Y QUE LOS ACARICIDAS NO SON LA SOLUCION... TODO LO CONTRARIO....SON PARTE DEL PROBLEMA... TRANSFORMAN A LAS ABEJAS EN DROGADEPENDIENTES....
LA ABEJA AFRICANIZADA ES UNA SOLUCION PARA MUCHOS LUGARES DEL MUNDO... PERO LO MAS IMPORTANTE ES LA SELECCIONGENETICA NATURAL.. O LLEVADA DE LA MANO SIN APUROS...
EL APICULTOR SOLO DEBE APRENDER A SELECCIONAR SUS PROPIAS ABEJAS PARA AHI ENCONTRAR LA ABEJA RESISTENTE A VARROA SIN USO DE ACARICIDAS...
EDMUNDO F. GABUS TOGNOLA.
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