Las abejas y otros insectos polinizadores, aportan a la agricultura en España 2.400 millones de euros.
Hace unos 30 millones de años aparecieron las
primeras abejas recolectoras de néctar y a partir de ahí la evolución
fue dando paso a las actuales abejas melíferas. Posteriormente, hace
unos 3 o 4 millones de años, aparecen los primeros homínidos, es decir,
nuestros antepasados, y es posible que ya estos hombres del pasado
aprovecharan la miel de aquellas abejas para alimentarse. Pero sabemos
con seguridad que nuestros ancestros comienzan a recolectar la miel hace
unos 10.000 años. Esto se sabe por las pinturas rupestres en las que se
escenifica la recolección de este manjar y que datan de esas fechas.
Desde entonces y hasta nuestros días, las abejas han sido aliadas del
hombre y nuestro medio ambiente hasta el punto de que ahora mismo si
desaparecieran las abejas, desaparecería buena parte de la vida de este
planeta. Y eso precisamente es lo que nosotros los humanos, con nuestra
arrogancia y estupidez, estamos consiguiendo. Sí. Las abejas están en
peligro y con ellas buena parte de árboles y plantas. La coevolución de
plantas y abejas ha sido vital para que estos insectos, plantas
silvestres y plantas agrícolas, puedan seguir existiendo. Las plantas
necesitan ser polinizadas por los insectos, y entre ellos, las abejas
son de vital importancia.
Pero en los últimos años, la destrucción de muchos de nuestros ecosistemas y la contaminación, especialmente en suelos agrícolas por el uso de plaguicidas, está poniendo en peligro esa maravillosa evolución de miles de años entre plantas e insectos. Una vez más el homo sapiens, hace gala de su torpeza ante la naturaleza y está esquilmando a uno de sus mejores aliados: las abejas.
Según los datos que manejan desde Greempeace, el 70 % de los principales cultivos para consumo humano de la agricultura en España, dependen de las abejas y otros polinizadores. Si traducimos esto a la economía, la aportación de las abejas y el resto de insectos polinizadores a la agricultura española supone un beneficio de más de 2.400 millones de euros.
Como ya mencionaba anteriormente, los plaguicidas suponen un peligro para las abejas. Por el momento se ha conseguido prohibir cuatro de un total de siete considerados prioritarios, como son el imidacloprid, tiametoxan, clotianidina, fipronil, clorpirifos, cipermetrin y deltametrin. Aunque es una prohibición temporal que no garantiza nada para el futuro.
Por último recordar que una colonia de 25.000 abejas poliniza hasta 250 millones de flores en un solo día. Si las abejas desaparecen, ¿qué será de la agricultura, y por tanto, de una buena parte de la alimentación en este planeta?. Posiblemente aún hoy hay quien piense que buena parte de nuestras frutas y otros alimentos vegetales, crecen de manera espontánea en el supermercado o el comercio de la esquina pero, para llegar a esas estanterías, primero han tenido que pasar por la tierra y por las abejas.
Pero en los últimos años, la destrucción de muchos de nuestros ecosistemas y la contaminación, especialmente en suelos agrícolas por el uso de plaguicidas, está poniendo en peligro esa maravillosa evolución de miles de años entre plantas e insectos. Una vez más el homo sapiens, hace gala de su torpeza ante la naturaleza y está esquilmando a uno de sus mejores aliados: las abejas.
Según los datos que manejan desde Greempeace, el 70 % de los principales cultivos para consumo humano de la agricultura en España, dependen de las abejas y otros polinizadores. Si traducimos esto a la economía, la aportación de las abejas y el resto de insectos polinizadores a la agricultura española supone un beneficio de más de 2.400 millones de euros.
Como ya mencionaba anteriormente, los plaguicidas suponen un peligro para las abejas. Por el momento se ha conseguido prohibir cuatro de un total de siete considerados prioritarios, como son el imidacloprid, tiametoxan, clotianidina, fipronil, clorpirifos, cipermetrin y deltametrin. Aunque es una prohibición temporal que no garantiza nada para el futuro.
Por último recordar que una colonia de 25.000 abejas poliniza hasta 250 millones de flores en un solo día. Si las abejas desaparecen, ¿qué será de la agricultura, y por tanto, de una buena parte de la alimentación en este planeta?. Posiblemente aún hoy hay quien piense que buena parte de nuestras frutas y otros alimentos vegetales, crecen de manera espontánea en el supermercado o el comercio de la esquina pero, para llegar a esas estanterías, primero han tenido que pasar por la tierra y por las abejas.
http://www.hoyfregenal.es/actualidad/2014-05-16/quedamos-abejas-0004.html
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