OBERÁ. Alfredo “Fredy” Holl (35) heredó desde muy chico la pasión
por la apicultura, de parte de su padre. Lo que empezó como un hobby en
la actualidad constituye una de las actividades más importantes que
realiza junto a su familia en su chacra en Campo Ramón.
Fredy
vive en el lote 126, en la zona urbana de dicha localidad, pero allí
solamente tiene algunas colmenas de yateí. La mayor producción se
concentra en la chacra de su padre, en la Sección IV del mismo
municipio. La pasión por la actividad melífera se transmitió de
generación en generación en la familia Holl. Ya su abuelo trajo seis
colmenas de Alemania, aunque “una se murió en el viaje y sólo llegaron
cinco”, recordó Alfredo.
“Mi abuelo, Willi Alfred Holl, llegó
primero a Montevideo (Uruguay), luego a Buenos Aires y más tarde a
Eldorado, Misiones, siempre con sus colmenas a cuesta. Mi papá siempre
fue apicultor y llegó a tener hasta 300 colmenas, así que la actividad
ya viene de cuna”, resumió.
Alfredo Holl aprendió de su padre
Herbert el trabajo en las colmenas y desde allí cada vez se dedicó con
mayor intensidad a la actividad. En la actualidad produce entre 4.000 y
5.000 kilos al año de miel de abejas de la variedad tipo
“africanizadas”, cuya producción se comercializa en la zona. “La gente
viene a buscar a casa o también le vendemos a un importante supermercado
de Oberá”, comentó.
Asimismo, “mucha gente de Buenos Aires
por ejemplo nos pide la miel, principalmente de yateí, con fines
medicinales o terapéuticos.
De esta variedad, Holl tiene
ochenta colmenas, algunas están en su casa y las otras en la chacra de
su padre, ubicada en lugares estratégicos de la casa para protegerlos de
los vaivenes climáticos, porque “son muy delicadas y necesitan de mucho
cuidado -explicó-, porque existen muchos enemigos naturales que están
al acecho, tanto las bajas como altas temperaturas las pueden
perjudicar”. Hoy Holl produce ochenta kilos de miel de yateí por año y
no alcanza a cubrir la demanda que tiene. La vende a 200 pesos el kilo.
Medicinal
“Yo
sé que la miel de Yateí tiene propiedades terapéuticas. Por lo que
aprendí con los aborígenes, en distintos contactos que mantuve con
ellos, me contaron que preparan remedios caseros a base de esa miel”,
expresó.
Contó también que partir de una exposición que
realizó en La Rural en Buenos Aires, hace un tiempo, aumentó la demanda
de miel de yateí. “Personas que tenían cáncer de garganta, piel, pulmón y
problemas en la vista me dijeron que le hizo maravilla y que hasta los
médicos se sorprendían”, graficó.
De acuerdo a los testimonios
que recibió de la gente que utiliza la esta miel con fines curativos,
el productor aseguró que “lo toman de cualquier manera, con el desayuno o
preparan jarabe. Hay quienes experimentaron mejoras en problemas que
tenían en sus ojos poniéndose una gota de miel pura todos los días”.
Un legado
Fredy
Holl aprendió desde chico a trabajar con las colmenas y lo que primero
adoptó como un hobby, con el tiempo se transformó en una alternativa
económica. Claro que le dedica mucho tiempo a la actividad, porque para
que sea rentable necesita de un buen manejo. “Adquirí experiencia con la
práctica, no tuve ningún asesoramiento técnico y tampoco apoyo con
algún programa del Estado, nunca lo solicité. El fracaso fue mi mejor
maestro y hoy puedo contar con orgullo que desempeño la actividad con
éxito y con el acompañamiento de mi familia”.
FUENTE:http://www.primeraedicionweb.com.ar/nota/impreso/52822/fabrica-miel-"curativa"-en-campo-ramon.html
FUENTE:http://www.primeraedicionweb.com.ar/nota/impreso/52822/fabrica-miel-"curativa"-en-campo-ramon.html
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