Figura 1. Esquema de superposición de la región entre el promotor 35S y el gen VI, que codifica la proteína P6. El ARN 19S (flecha de color azul claro en la parte superior) contiene sólo el gen VI que codifica para la proteína multifuncional P6 (flecha azul) que se divide en cuatro dominios (D1-D4) de acuerdo con Li y Leiser.11 Las cajas negras 1 a 12 indican delecciones mutantes descritas por Kobayashi y Hohn.12 Los dominios funcionales se indican en púrpura: (1) señal de localización nuclear, (2) la virulencia y la avirulencia del Vi / Av, (3) dominio importante para la estabilidad y la multimerización, (4) dominio importante para la estabilidad, (5) dominio homólogo RNasa H que se une a RNA-DNA híbridos y a RNA de doble cadena, (6) dominio de unión al ARN y múltiples dominios de unión a proteínasque interactúan con el factor de iniciación de la traducción eucariótica (eIF3) y la proteína ribosomal L24 (RL24), (7) dominio de unión a ARN y (8) dominio del dedo de zinc. Las cajas grises indican las regiones que participan en la función o propiedad indicada. La barra amarilla indica el largo del genoma CaMV. En verde la posición de las variantes P35S y debajo las cajas abiertas indican los diferentes dominios de P35S, como se describe por Benfey y Chua, 13 y las cajas rayadas indican los potenciadores descritos por Kay et al.14 y Fang et al.9 HVR, las regiones hipervariables.
Bajo el título Possible
consequences of the overlap between the CaMV 35S promoter regions in
plant transformation vectors used and the viral gene VI in transgenic
plants, el histórico informe pone de relieve el hecho de
que 54 de los 86 rasgos transgénicos actualmente aprobados para su uso, o
aproximadamente el 63 por ciento, contienen un gen extraño viral
conocido como “Gen VI” que los investigadores han encontrado altera la
función normal de los cultivos.
Esta alteración está presente en la
mayoría de los OGM comerciales cultivados hoy en día, incluyendo tanto
el NK603 como el MON810 de maíz, así como la soja Roundup Ready, todos
ellos producidos por Monsanto. Además, los investigadores han encontrado
que este gen defectuoso puede inducir cambios fenotípicos indeseados,
que pueden implicar graves mutaciones físicas y bioquímicas en los
organismos.
“En el curso del análisis para
identificar posibles alergenos en los cultivos transgénicos, la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha descubierto
tardíamente que la secuencia genética más común en los comercializados
de OGM también codifica un fragmento significativo de un gen viral”,
explica Independent Science News (ISN) sobre el descubrimiento.
Basado en una investigación anterior que
implica la relación entre los genes virales y vegetales y la salud
humana, el nuevo descubrimiento plantea serias preocupaciones sobre la
seguridad de los OGM en la producción comercial de hoy en día. Puesto
que el propósito inherente de los genes virales es desactivar al
anfitrión a fin de permitir la invasión patógena, su presencia en el
suministro de alimentos OGM representa una seria amenaza para la planta y
para la salud humana.
El Gen VI, el “arma humeante” que demuestra que los OGM no son aptos para el consumo humano
Hasta este punto, la industria de la
biotecnología ha mantenido que los transgénicos son prácticamente
idénticos a los organismos naturales, y que no hay ninguna diferencia
estructural o funcional entre los OGM y los cultivos naturales en la
forma en que son procesados por el cuerpo humano. Pero la presencia
del Gen VI en la gran mayoría de los OGM echa completamente por tierra
este mito.
Dado que los cultivos naturales no poseen
el Gen VI, no son susceptibles a las mismas infecciones virales como
son los OMG que lo contienen. Según el análisis de ISN sobre la función
del Gen VI, el defecto genético no sólo facilita el acoplamiento de los
virus potencialmente mortales en el tejido de la planta, sino que
también suprime las defensas naturales anti-patógenas, haciendo de estos
cultivos, y a los seres humanos que los comen, potencialmente más
susceptibles a la enfermedad.
La presencia del Gen VI básicamente deja a
los cultivos transgénicos indefensos ante patógenos invasores y
virales, y se cree que causa expresión aberrante de genes en los
cultivos que la poseen. Esto significa que toda la secuencia genética de
una planta puede mutar como consecuencia del Gene VI, resultando en la
producción al azar de proteínas dentro de las células vegetales, la
expresión indiscriminada de genes en todo el organismo, e incluso
deformidades de crecimiento.
Los científicos han sabido de la
presencia de genes virales similares en los OGM durante años, pero nunca
se habían identificado cómo exactamente estos genes y los cambios
genéticos masivos que inducen afectarían a la salud humana. Y ninguno de
los gobiernos que han aprobado los OGM que contienen genes virales para
uso comercial han requerido alguna vez las pruebas de seguridad
adecuadas para identificar las amenazas potenciales para la salud, lo
que significa que la humanidad es el conejillo de indias para este
experimento colectivo de la biotecnología.
“La información pertinente sobre la
existencia del Gene VI ha estado libremente disponible en la literatura
científica desde mucho antes de la aprobación de los primeros productos
biotecnológicos”, añade ISN sobre el escándalo.
Asegúrese de leer el informe completo del ISN sobre el estudio aquí:
http://independentsciencenews.org
También puede leer el propio estudio aquí:http://independentsciencenews.org
http://www.landesbioscience.com/journals/gmcrops/2012GMC0020R.pdf
Fuente:http://disiciencia.wordpress.com/2013/02/08/encuentran-gen-viral-oculto-potencialmente-peligroso-en-la-mayoria-de-los-transgenicos-comercializados/
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