sábado, 7 de enero de 2012

Douglas Tompkins concretó una inversión de alrededor de 20 millones de dólares

Desarrollará un emprendimiento económico ecológico en la localidad de Laguna Blanca, al norte de Entre Ríos y a orillas del río Paraná. Explotará árboles frutales, cereales, colmenas y gallineros móviles con una producción que podría rondar los u$s300 millones para 2017

 

El millonario estadounidense Douglas Tompkins concretó una inversión de alrededor de 20 millones de dólares para el desarrollo de un emprendimiento económico ubicado en la localidad de Laguna Blanca, al norte de Entre Ríos y a orillas del río Paraná.
Se trata de un proyecto con enfoque ecológico, que tiene la mira puesta en el cuidado de suelos recuperados y en desarrollar árboles frutales, horticultura y cereales de máxima calidad, con certificación orgánica.
Avalado por quienes buscan conservar el medio ambiente.-

 Respecto de este nuevo emprendimiento, el proyecto agroecológico en Laguna Blanca está pensado a "escala familiar" pero con la complejidad de unas quince especies de frutales más cereales, al menos 1.000 colmenas y gallineros móviles con una producción que, según Tompkins, para 2017 puede rondar los u$s300 millones con una ganancia anual de entre 5 y 7% promedio.
El empresario, precisó la agencia Télam, tiene como objetivo mostrar la viabilidad económica de un modo de producción que en la Argentina ocupa una porción mínima de las tierras cultivables.
El campo de 3.000 hectáreas tiene un 60% de su superficie cultivada con cebada, trigo, centeno, lino, damascos, nuez pecan, almendras e higos, entre otros, sembrados en terrazas con curvas sobre las ondulaciones propias del terreno entrerriano, técnica que consiguió frenar la erosión del suelo.
"Al comprar el campo tenía pesadillas cuando se anunciaban lluvias por la erosión que provocaban. Antes de hacer la curva de terrazas con la que frenamos 100% ese proceso, yo estaba muy angustiado. Ese fue nuestro primer logro importante", afirmó Tompkins durante una entrevista.
El empresario destacó la solución empleada por los dueños de campos vecinos, frente a la aparición de las denominadas "cárcavas" (por definición fosos producto de la erosión por el agua) consistente en el uso de motoniveladoras. "Paso la motoniveladora y listo", recordó que le decían.
"¡No sé que está pensando ese señor sobre sus tierras porque van a terminar en el río de la Plata! Nosotros estamos mejorando las nuestras, si saltás el alambrado y tomás muestras, mismo suelo, mismo clima, nosotros tenemos 7,50% de materia orgánica y los demás apenas 3%", precisó.
Receta para mejorar
Tompkins logró optimizar la calidad de su campo en el norte entrerriano a partir del "uso de abonos verdes, rotaciones". A esto sumará "animales, pasturas, por cuatro años y después cultivos orgánicos".
"No estamos matando microorganismos del suelo, al contrario, los criamos y creamos fertilidad. Eso va a producir mejor rinde de nuestros cultivos, un producto totalmente sano y orgánico con el mejor precio del mercado", señaló el emprendedor estadounidense.
En cuanto al proyecto, Tompkins lo describió como un "campo vertical, en el sentido que vamos a cultivar nuestros productos, procesar, embalar, poner nuestra marca, mientras desarrollamos nuestra red de distribución". "Esto toma su tiempo", aseguró al remarcar que buscarán la venta local o en poblados cercanos como Santa Elena, La Paz, Esquina en Corrientes, Concordia y Paraná.
Además, explicó que aunque sus productos tendrán certificación orgánica saldrán a competir en mercados donde se comercializan productos convencionales, prácticamente al mismo precio.
"Vamos a vender a una clientela que no le importa si es orgánico o no. Es decir, vamos a competir con el mercado normal al mismo precio, pero va a decir que es orgánico y eso va a atraer cierto porcentaje de los clientes", señaló, para luego enfatizar que la idea es "enseñar que es mejor comprar nuestros productos de buena calidad y más sanos".
"Vamos a convencer a muchos, no sólo porque el precio es equivalente o un poquito más. Si es 5% más la gente va a decir 'bueno, prefiero algo sin químicos'", indicó Tompkins.
Tompkins vs los pesticidasEl millonario estadounidense suele sostener que la vida de un ecologista no es fácil y sobre todo metido en terrenos donde el uso del suelo y las sucesivas etapas agrícolas se desarrolla con fertilizantes, pesticidas, herbicidas y semillas genéticamente modificadas pasan a ser algo normal.

A causa de esto, la convivencia con vecinos acostumbrados a fumigar sus plantaciones suele derivar en fuertes encontronazos.
"Tenemos problemas en Laguna Blanca con un vecino que está fumigando; el veneno flota, invade y mata árboles y plantaciones nuestras. Para mantener buenas relaciones vecinales le explicamos que no puede fumigar y matar a nuestro lado pero advertimos que, si se repite, la ley argentina es muy clara en cuanto a que no se puede perjudicar a los vecinos", contó el norteamericano.
"Si perdemos 100 árboles frutales por la fumigación, hay que pensar cuánto tiempo necesitamos esperar hasta que crezca de nuevo, reanudar la cosecha a lo que hay que sumar la multa", añadió Tompkins.
La discusión por los espacios tiene un costado económico porque si afecta a Laguna Blanca, los productos podrían perder su certificación orgánica que se traduce en millones de dólares, indicó al considerar que su vecino "resiste porque piensa que tiene el derecho de cuidar su campo y no le importa si vuela un poco de veneno al vecino".
La experiencia Laguna Blanca tiende básicamente a demostrar las posibilidades y los alcances de un modo de producción ecologista pero, además, intenta resolver el proceso productivo con la instalación de máquinas procesadoras de distintos productos, que van de la nuez pecan, damascos, olivos, un molino para los cereales con la idea de hacer pastas y también envasar mieles, mermeladas orgánicas y aromáticas.
Al hablar de la rentabilidad del proyecto, Tompkins aseguró que en el mundo hay miles de agricultores orgánicos y que "en EEUU existen cadenas de supermercados que demandan este tipo de producto" porque es el sector de alimentos que más ha crecido en los últimos años, al igual que en Europa donde los controles son muy severos.
A modo de conclusión, reconoció que la tarea no es sencilla y que tiene algo de "Quijote" el emprendimiento cuando dice que uno tiene que ser "mucho mejor agricultor para tener éxito en esto porque claramente no es tan simple como llegar con agroquímicos o fumigadores y sentarse a esperar la evolución de los granos. Hay que trabajar muchísimo".

 http://negocios.iprofesional.com/notas/127082-Tompkins-el-millonario-granjero-desembolso-us20-millones-para-pisar-fuerte-en-los-agronegocios

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