Autor: Dr. Walter Fierro Morales, médico, apiterapéuta y apicultor.
Docente universitario y consultor internacional.
Miembro de la Comisión de Apiterapia de APIMONDIA
El polen de abejas es considerado por diversos autores como alimento de origen vegetal sin parangón (5). Se trata de un producto apícola consumido por el hombre desde tiempos remotos. Hipócrates y Pitágoras lo utilizaban por sus propiedades curativas. Es considerado un alimento energético y nutritivo en la medicina China, llamado el “elíxir de la vida”.
A partir de la década del 60 su consumo se incrementó, extendiéndose desde Europa oriental y Asia del Este hacia el mundo occidental. Es uno de los productos más empleados en la Apiterapia, exhibiendo una enorme gama de aplicaciones tales como mejorar el estado general, revitalizante, estimular la capacidad hematopoyética y el sistema inmunitario.
Dentro de sus propiedades se destacan la nutricional, aportando una amplia gama de macro y micro nutrientes, contribuyendo a reducir el nivel del colesterol total y regularizar el tránsito intestinal. Se destaca la capacidad de mejorar la performance en el deporte, siendo muy eficaz en la esfera genito urinaria masculina, entre otras.
A los pocos días de iniciar su consumo, la mayoría de las personas refieren que sienten más energía, revirtiendo la astenia. El estrés de la vida moderna y muchas veces la alimentación inadecuada, contribuyen a la instalación de la astenia y dolores generalizados que el polen combate con eficacia.
Se trata de un alimento rico en proteínas, entre un 22 y un 37 % dependiendo de su origen botánico, similar a la que presenta la soja, aunque muy superior a los demás alimentos de origen vegetal (ver tabla 1). Sin embargo esto no es suficiente para valorar la importancia nutricional, es necesario considerar el valor biológico (VB) de 84 % y la excelente digestibilidad 78 % de las proteínas. El VB de una proteína es la fracción de nitrógeno absorbido que es retenido por el organismo y esto representa la capacidad máxima de utilización de una proteína. En otras palabras, una proteína tiene mayor VB, o es de alta calidad, cuando tiene mayor capacidad de brindar nitrógeno al organismo.
Alimentos | Cantidad (g/100 g) | Calidad VB |
Huevos | 13 | 95-100 |
Polen de abejas | 22-37 | 84 |
Leche | 3,5 | 75 |
Pescado | 18 | 75 |
Carne | 20 | 75 |
Soja | 35 | 60 |
Arroz | 7,6 | 60 |
Pan blanco | 7 | 50 |
Arvejas | 6 | 60 |
Tabla 1. Contenido y Valor biológico
El polen aporta un contenido medio de fibra de 0.40 % (celulosa y esporopolenina) (5), necesaria para regularizar el transito intestinal, que significa reducción de patologías colónicas. Rico en micronutrientes: vitaminas, oligoelementos y flavonoides. El polen posee al menos 2 veces más vitaminas del complejo B que la carne vacuna y mucho más carotenos que la zanahoria.
Además es un importante aporte de minerales como el Mg, Cu, Fe, Zn y Selenio. Este último suele ser escaso en la dieta moderna, es un cofactor de la Glutatión peroxidasa, enzima que integra la primer barrera antioxidante del metabolismo celular, su aporte contribuye a mejorar la protección antioxidante, a lo cual también coadyuvan el Mg y los flavonoides.
El Dr. R. Chandra de la Universidad Johns Hopkins, varias veces nominado para el Nóbel de Medicina, probó que suplementar con moderadas cantidades de micronutrientes la dieta de los ancianos mejora su inmunidad y decrece el riesgo de infecciones (6). Demostró la relación directa entre el nivel plasmático de Fe, Zn, vitamina B6 y beta caroteno con una superior respuesta inmune (Tabla 2). Ese magnífico trabajo nos permite proponer 30 gr. diarios de polen a personas de la tercera edad, que aportan las cantidades suficientes de micronutrientes. Tal vez esta sea una de las razones que ha llevado al polen a ser considerado como el "elixir de la vida", en la práctica las personas de la tercera edad que lo consumen mejoran su calidad de vida.
Un grupo de investigadores en Francia afirman que el suplemento de bajas dosis de Zn y selenio en ancianos incrementa significativamente la respuesta humoral después de la vacunación y podría tener considerable importancia en salud pública para reducir mortalidad por infecciones respiratorias (7).Un adecuado consumo de zinc (Zn) es crítico para la salud, su deficiencia afecta el sistema inmune, reduciendo el número de linfocitos B y T (linfocitos CD4 en particular) incrementando apoptosis y reduciendo su capacidad funcional. La función de los macrófagos también está afectada. La producción y potencia de diversas citokinas, los mensajeros centrales del sistema inmune, son también perturbados por la deficiencia de zn. Muchos de estos cambios ocurren incluso en los estadios tempranos de la deficiencia Zn. (8) El consumo diario recomendado es de solo 10 mg de Zn, si bien muchas personas en países desarrollados e industrializados no alcanzan este consumo. El polen aporta Zn 9 mg./100 gr.
El polen posee fitoesteroles y ácidos grasos poliinsaturados que inciden positivamente en el metabolismo del colesterol contribuyendo a reducir la tasa del colesterol LDL (malo) y elevar el colesterol HDL (bueno). Por otra parte los fitoesteroles son sustratos para la síntesis de hormonas esteroideas. De todo lo previo se puede comprender las innumerables aplicaciones del polen como complemento nutricional en personas de la tercera edad, portadores del VIH, pacientes dislipémicos, deportistas, o simplemente para ser empleado como un rico complemento nutricional natural en personas cuya alimentación no es balanceada.
Un meta-análisis publicado en el 2007 en los Archivos de Medicina Interna concluye que el alto consumo de fibra de cereales y magnesio contribuye a reducir el riesgo de contraer diabetes (9). Esto contribuye a considerar como válida la afirmación de que el polen contribuye a conservar un buen estado de salud.
Por último no podemos dejar de referir que utilizamos el polen en casi todas las situaciones que hemos relatado, y los resultados son excelentes e incluso a veces sorprendentes. También hemos corroborado en la clínica como el polen mejora a aquellos pacientes que padecen de adenoma de próstata, astenia, anemia y artrosis.
El empleo de polen en pacientes con hipertrofia prostática benigna (HPB) mejora los síntomas urológicos, incluyendo la polaquiuria nocturna (10). En Japón un grupo de investigadores estableció que al cabo de 12 semanas mejoran los síntomas urológicos de pacientes que padecen de HPB (11). Como complemento nutricional es aconsejable dejar disolver una o dos cucharaditas de polen en un vaso de líquido frío, durante 30 minutos. Para obtener el mayor resultado el consumo debe ser por la mañana y/o por la tarde en ayunas. Para facilitar su consumo se le puede incorporar en una ensalada de frutas o disolverlo en miel.
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