La miel
contiene diferentes monosacaridos, también muchas vitaminas,
minerales, aminoácidos y oligoelementos como el cinc que estimulan la
cicatrización de heridas.
Las abejas
trabajadoras no solo producen en innumerables vuelos y horas de trabajo
toneladas de rica miel dulce. Sus productos, como la jalea real, también
son sustancias excelentes para la cosmética.
Supuestamente,
contribuyen a eliminar las arrugas. El uso de productos naturales en la
cosmética está en auge. Son sobre todo la miel y sus productos derivados
los que pertenecen a una categoría de ingredientes que muchos
fabricantes de productos eficaces para el cuidado del cuerpo no quieren
dejar de aprovechar.
Sin embargo, no
se trata de un fenómeno nuevo. “Por sus efectos tranquilizantes y en
parte curativos, hace tiempo que la miel se conoce como un aditivo
beneficioso en la cosmética”, dice la esteticista alemana Birgit Huber.
Por eso, la
miel se viene usando desde hace tiempo como sustancia valiosa en
productos cosméticos como lociones corporales, preparaciones para el
baño, cremas faciales o champús”.
De hecho, ya la
gente de la antigüedad conocía los efectos curativos de la miel. Por
ejemplo, ya Hipócrates usaba la miel para el tratamiento de diversas
enfermedades, y el médico árabe Avicenna recomendaba una comida de
nueces con miel para conservar el aspecto juvenil. Legendarios son los
baños de leche con miel de la reina egipcia Cleopatra.
Sin embargo, ¿a
qué se debe que la miel ha vuelto a ser un producto tan popular entre
los profesionales de la cosmética? La respuesta es ésta: se debe sobre
todo al efecto antibacteriano y curativo de este producto natural.
“Está
demostrado que sobre todo las vitaminas C, E y la niacinamida tienen un
efecto como antioxidantes en la cosmética dermatológica”, dice la
dermatóloga Anna Mokosch.
Los antioxidantes son sustancias activas que combaten a los llamados radicales libres.
Estos compuestos de oxígeno dañinos ocasionan, entre otras cosas, el envejecimiento de la piel.
Además, la miel
tiene un pH ligeramente ácido “que fortalece la protección antiácido de
nuestra propia piel”, explica el dermatólogo Stefan Duve. Así mismo, la
miel es especialmente eficaz en el tratamiento de infecciones de la
piel y de la neurodermitis.
“La miel
contiene enzimas que producen una especie de sustancia desinfectante.
Por esta razón, la miel tiene un efecto de limpieza y antiinflamatorio”.
En vista de estas propiedades, el dermatólogo Jörg Fränken recomienda
un ‘peeling’ a base de yogur y miel, que aclara la tez y al mismo tiempo
la cuida.
Además de la miel, en el cuidado de la piel también desempeña un papel positivo la jalea real.
Ésta es el zumo
alimenticio con el que las abejas crían a sus reinas. La jalea real se
obtiene en establecimientos de apicultura especiales, por ejemplo en
China, y se encuentra sobre todo en productos antienvejecimiento de
lujo.
“Esta
substancia también es rica en vitaminas, minerales y oligoelementos”,
dice Stefan Duve. “Su aplicación en la piel estimula el metabolismo
celular y el riego sanguíneo. Por este motivo, la jalea real le da a la
piel una especie de baño de frescura”.
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