En la larga tradición humana, la miel es utilizada, no
solo como un alimento sino también como medicina. Su composición es bastante
variable y depende de la fuente floral y de factores externos. Físicos y químicos. Condiciones estacionales, ambientales y de
procesamiento.
En esta revisión, específicamente
centraremos la atención en la absorción, metabolismo y actividades biológicas, beneficiosas
para la salud humana de los compuestos de miel.
La miel es una solución sobresaturada de monosacáridos simples,
compuesto por fructuosa, maltosa, glucosa, porcentajes variables. Contiene también
minerales, proteínas, aminoácidos libres, enzimas, vitaminas y polifenoles.
Entre los
polifenoles, los flavonoides son los más abundantes y están estrechamente relacionados con sus funciones biológicas.
La miel afecta positivamente a los factores de riesgo
para enfermedades cardiovasculares en la inhibición de la inflamación, la mejora de la función endotelial, así como
el perfil de lípidos en plasma, y el aumento de la resistencia de baja densidad
de lipoproteínas a la oxidación.
La miel también muestra una importante capacidad
antitumoral, donde una vez mas polifenoles son considerados responsables de su
mecanismos complementarios y superpuestos
de actividad quimioprotector en varias etapas carcinogénesis, mutagénesis
por inhibir o inducir la apoptosis. Además, la miel modula positivamente la
respuesta glucemia mediante la reducción de la
glucosa en sangre, suero o fructosamina en concentraciones de
hemoglobina glicosilada y propiedades antibacterianas que ejerce causada por su
cantidad constante de peróxido de hidrogeno y los factores no peróxido como flavonoides,
péptidos metilglioxal y defensa 1.-
En conclusión, las pruebas de las acciones biológicas de
la miel pueden atribuirse a su contenido polifenólico que, a su vez, se asocian generalmente con su acción
antioxidante y anti-inflamatorias, así como a sus beneficios cardiovasculares, antiproliferativa y antimicrobiano.
ORIGINALIn the long human tradition honey has been used not only as a nutrient but also as a medicine. Its composition is rather variable and depends on the floral source and on external factors, such as seasonal, environmental conditions and processing. In this review, specific attention is focused on absorption, metabolism, and beneficial biological activities on human health of honey compounds. Honey is a supersaturated solution of sugars, mainly composed of fructose (38%) and glucose (31%), containing also minerals, proteins, free amino acids, enzymes, vitamins and polyphenols. Among polyphenols, flavonoids are the most abundant and are closely related to its biological functions. Honey positively affects risk factors for cardiovascular diseases by inhibiting inflammation, improving endothelial function, as well as the plasma lipid profile, and increasing low-density lipoprotein resistance to oxidation. Honey also displays an important antitumoral capacity, where polyphenols again are considered responsible for its complementary and overlapping mechanisms of chemopreventive activity in multistage carcinogenesis, by inhibiting mutagenesis or inducing apoptosis. Moreover, honey positively modulates the glycemic response by reducing blood glucose, serum fructosamine or glycosylated hemoglobin concentrations and exerts antibacterial properties caused by its consistent amount of hydrogen peroxide and non-peroxide factors as flavonoids, methylglyoxal and defensin-1 peptide. In conclusion, the evidence of the biological actions of honey can be ascribed to its polyphenolic contents which, in turn, are usually associated to its antioxidant and anti-inflammatory actions, as well as to its cardiovascular, antiproliferative and antimicrobial benefits.
FUENTE: http://beatrizachaval.blogspot.com.ar/2013/01/evidencia-de-los-efectos-protectores-de.html
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