Artículo de GM http://www.gmwatch.org/latest-listing/1-news-items/13882
Borup Pedersen, criador de cerdos de Dinamarca
Introducción
Se ha producido gran revuelo en Dinamarca tras la
publicación en un diario agrícola el pasado 13 de abril de 2012 de los
descubrimientos del criador de cerdos Borup Pedersen al decir que la
soja transgénica tiene efectos dañinos en sus animales y que por tanto
afecta a la rentabilidad de las explotaciones. En la primera página del
periódico se puede leer un artículo con el título “El criador de cerdos obtiene más ganancias con el uso de soja no transgénica”. A
lado, en un lateral, se puede leer la tesis principal del Sr. Pedersen,
que el DDT y la talidomida son problemas menores al lado de lo que
supone el uso de los transgénicos y el glifosato. En un comentario
editorial se dice que sería muy irresponsable por parte de las
autoridades el ignorar o ridiculizar los descubrimientos realizados por
el criador de cerdos, y pedía a las autoridades la realización de un
nuevo estudio para comprobar si se producían las lesiones en el estómago
y otros efectos derivados del consumo del soja transgénica. En el
estudio se harían dos grupos de cerdos: 100 cerdos alimentados con soja
no transgénica y otros 100 alimentados con soja modificada
genéticamente.
En las páginas 6 y 7 del diario hay un artículo escrito por Anne Wolfenberg,
una periodista muy experimentada y que conoce muy bien el sector
porcino danés. Este artículo ya se filtró en forma de borrador, y
difundido ampliamente en Internet. GM Free Cymru ayudó en la traducción
al inglés del artículo de Anne Wolferberg, y se publicó una versión
pensando que tanto la periodista como el periódico estarían contentos
con la distribución de este artículo a los lectores de habla inglesa. El
reconocimiento de la autora y las citas se conservaron en su
integridad. Pero parece ser que había uno o dos errores, que se
corrigieron con posterioridad, pero recibimos una queja por parte de la
autora. Pedimos disculpas por el malentendido y enseguida quitamos el
artículo de la página de GM Watch. También nos pusimos en contacto con
un sitio web estadounidense que también había publicado el artículo para
que fuese eliminado. Eso también se hizo.
En deferencia a las preocupaciones de Anne
Wolfenberg, no hemos incluido aquí la traducción. En cambio, hemos
hablado con el Sr. Pedersen, y amablemente nos ha dado permiso para
utilizar el contenido de una presentación en PowerPoint, así como sus
declaraciones y la utilización de las fotografías que ha realizado. Así
hemos montando la primera parte de este artículo.
En la segunda parte se examinan las principales
cuestiones planteadas en la cobertura de este asunto en el periódico
danés Effektivt. Felicitamos al editor y periodistas involucrados en la
redacción del artículo de investigación y por la valentía de publicarlo.
También agradecemos al Sr. Pedersen por la información que nos ha
suministrado y por la decisión de que esta información se haga de
dominio público.
En la tercera parte de este artículo hemos traducido
un comunicado de prensa relativo al proyecto de investigación danesa que
examina los efectos de la alimentación con soja transgénica en los
lechones durante la etapa de engorde, de 30 kg hasta 110 kg. Si bien
aplaudimos que se lleve a cabo esta investigación, nos preocupa que la
alimentación de los animales destetados, a partir de los 7 kg (28 días)
hasta los 30 kg, pueda enmascarar los efectos del empleo de transgénicos
y comprometer los resultados. Como sugiere el periódico, esta
investigación será vital para comprobar si se realizó un juicio
prematuro o las informaciones eran fraudulentas. El Dr. Brian John de
GM-Free Cymru dice: “Llevamos involucrados en la investigación de
los organismos modificados genéticamente durante más de una década y
conocemos los resultados. Podemos dar por sentado que hay amplios
sectores de la industria de los transgénicos, y una parte amplia de
agricultores, especialmente de los Estados Unidos, que moverían cielo y
tierra para evitar hacer daño a esta Industria, a causa de estos
descubrimientos. Tenemos la sospecha de que se ha podido producir una
gran presión sobre la periodista danesa y su periódico por partes
interesadas, incluso por aquellos que cultivan la tierra, la Industria
Agroquímica, sindicatos agrarios, etc. Creo que es una estupidez, porque
es de interés de todos, también el de ellos, que el bienestar de los
animales y la seguridad alimentaria no sea una cuestión que se esconde
bajo la alfombra”.
En la cuarta parte aparece una entrevista con otro
granjero danés, cuya experiencia relacionada con el cambio de
alimentación en los animales, de soja modificada genéticamente a otra no
modificada genéticamente, coincide con lo observado también por el Sr.
Pedersen.
Parte 1. Los resultados en Pilegaarden
Salud y Bienestar animal
Cuando un ganadero danés, el Sr. Borup Pedersen,
cambió la alimentación de sus cerdos a soja no modificada genéticamente,
observó inmediatamente un cambio positivo en la salud de su manada de
cerdas. Habló con un periódico danés importante que trata temas
agropecuarios (Effektivt Landbrug) sobre este asunto, y el editor le
dedicó bastante espacio -quizás porque el Sr. Pedersen no se dedica a
producción ecológica, sino que se trata de un ganadero corriente que ha
utilizado las mismas técnicas de cría que otros muchos de todo el país.
La granja se encuentra en Pilegaarden, Hvidsten, cerca de Randers en
Jylland.
La producción danesa de cerdos está reconocida
mundialmente por su alto nivel de productividad, con un promedio de 30
cerdos destetados por cerda y año. En combinación con el uso de
antibióticos, menos de 50 mg por kg de carne de cerdo producida ( en la
mayoría de otros países, salvo en el resto de países escandinavos, se
utiliza de 2 a 4 veces esa cantidad), les convierte en los campeones
mundiales de producción porcina. El uso de los antibióticos está
controlado por los veterinarios de manera estricta según los estudios
científicos realizados y aceptados en todo el mundo. Las instalaciones
de investigación de Dinamarca están controladas por los propios
ganaderos, o por el Gobierno, lo que hace que la Industria de los
transgénicos esté menos extendida que en otros países.
Sobre los efectos de la alimentación con soja libre de transgénicos el Sr. Pedersen observó los siguientes efectos:
-
Desaparición de la diarrea al cabo de 2 días después haber parido la cerda, cuando antes teníamos que administrar Borgal 50-100 ml/día.
-
Desde que se ha cambiado la alimentación no se ha observado la muerte de cerdas o ulceración, cuando antes teníamos al menos 1 por mes ( 36 cerdas murieron debido a enfermedades relacionadas con el aparato digestivo durante los dos años anteriores al cambio de alimentación).
-
Las cerdas no han muerto por pérdida de apetito, mientras que dos cerdas murieron por esta causa el año pasado.
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Incluso sin lavar entre un parto y otro, la diarrea no ha vuelto a aparecer. Anteriormente, cuando no nos lavábamos aparecían más casos de diarrea.
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Hemos luchado mucho contra la diarrea, ahora este problema ha desaparecido.
-
Hace dos años, cuando tuvimos los peores casos de diarrea, teníamos meses en los que moría el 30% de la paridera. En ese momento no encontrábamos cerdas para cuidar de los cochinillos.
-
Antes era muy extraño que una cerda tuviera 13 lechones. El promedio era de 10,5 lechones por cerda. Ahora estamos llegando a más de 12 de media y una paridera de 14 lechones es más común. Tenemos menos cerdas enfermas, simplemente porque las cerdas comen más y los lechones maman mejor.
-
Las cerdas paren mejor y tenemos 0,3 más nacimientos vivos por cerda, con 0,2 muertos menos. Ahora tenemos 14,9 nacidos vivos y 1,6 muertos como promedio en los últimos 7 meses.
-
Los lechones destetados son más fuertes y tienen un tamaño más uniforme.
-
Las horas de trabajo se han reducido en 20-30 horas mes, en parte porque nos lavamos menos y todo se hace más fácil.
“Nos cambiamos a la soja no transgénica y harina
de pescado para alimentar a los animales destetados, en lugar de GMO HP
200 ( soja transgénica purificada) y soja transgénica. Los lechones
parecen más activos. Los hemos alimentado sólo durante tres meses, por
lo que no hay datos seguros todavía. A partir de los 15 kg no usábamos
soja transgénica, cuando todavía no estábamos seguros de las
consecuencias, pero después hemos utilizado menos medicinas, casi a la
mitad de las que usábamos antes”.
El Sr. Pedersen dice: “ He estado cuidando de mis
450 cerdas con el mismo trabajador desde hace 5 años y la forma de
manejar los animales no se ha modificado. No es esta la razón por la
cual han mejorado nuestros resultados. Cuando cambié la alimentación en
abril de 2011, no se lo dije a mi empleado, porque quería ver si notaba
la diferencia. “Ha cambiado la dieta”, me dijo unos días después de
haber hecho el cambio a la soja no transgénica. “Bueno, ¿qué pasa
ahora?, le pregunté. A muchos animales no había que inyectarles Borgal
como hacíamos antes para detener la diarrea de los lechones. Esta
tendencia positiva ha permanecido desde entonces y la mejoría ha
aumentado desde el año pasado. Sólo con el ahorro en medicinas puedo
pagar el coste adicional de la soja no transgénica”.
Lechones deformes y muertos
Por alguna razón, los lechones muertos y deformes son
un problema en las explotaciones ganaderas donde se utiliza soja
transgénica en la dieta. El Sr. Pedersen está convencido de que esto
está relacionado con los productos agrícolas con residuos de glifosato,
algo permitido en la alimentación por la UE – 20 ppm en el maíz y la
soja. Dice que en la harina de soja no se sobrepasaban unos niveles de
17 ppm y que el nivel de tolerancia permitido es algo establecido por la
Industria de los transgénicos. En Argentina, dice, los agricultores
rocían aproximadamente 4 litros de Roundup por cada tonelada de soja
transgénica. Los cultivos modificados genéticamente son rociados con
Roundup al menos 2 veces durante el período de crecimiento. Argentina es
un importante proveedor de soja transgénica en el mercado europeo. “Cuando
los ganaderos de Dinamarca adquieren cereales o colza en el exterior,
estos presentan un alto contenido en glifosato, ya que se han rociado
sólo de 10 a 14 días antes de hacer la cosecha. Usted sabe que el 80%
del glifosato queda en la planta; algo se degrada pero el resto
permanece en la planta y se concentra en algunos puntos de crecimiento,
donde se están formando las semillas”.
Lechon abortado sin cerebro ni columna vertebral.
“En el silo que tengo para el grano un 15% es grano seco que
presenta Roundup, y también compro la cebada para las cerdas. Es decir,
el 40% de la alimentación puede presentar restos de Roundup. Según lo
que he leído sobre literatura científica, las malformaciones en fetos de
especies animales comienzan a partir de 0,2 ppm, y los trastornos
endocrinos se producen en los humanos a partir de 0,5 ppm. La muerte de
células humanas ocurre a partir de 10 ppm. Hemos tenido 13 lechones en
malformaciones ( aproximadamente 1 de cada 700) en los últimos nueve
meses, la mayor parte de ellos nacieron vivos. Sabemos por experimentos
realizados que el glifosato daña el cráneo y la columna vertebral en
aproximadamente el 70% de los animales de prueba. Estoy convencido de
que causa defectos graves de nacimiento, especialmente en la cabeza y la columna vertebral en los seres humanos y en los animales.”
“Investigadores independientes han demostrado a
su vez que Roundup es tanto un potente disruptor endocrino como un
biocida no selectivo, dando lugar a defectos de nacimientos, abortos,
cáncer e interfiere con la flora intestinal de los mamíferos, de modo
que la Clostridia se convierte en un problema. Ésta, creo, es la razón
principal del botulismo crónico en el ganado, la diarrea y la hinchazón
en las cerdas, que eran algunos de los problemas que teníamos, pero que
desaparecieron al cambiar de dieta. Estaba presente la bacteria
Clostridium”.
Mirando hacia el futuro, dice: “Estoy seguro de
que los ganaderos daneses dejarían de utilizar soja transgénica en la
alimentación de los animales si supieran sus efectos nocivos que tienen
en los animales y en los seres humanos, de modo que los efectos del DDT y
la talidomida pueden ser descritos como triviales en comparación con
los efectos que estamos viendo por el uso de cultivos transgénicos
rociados con Roundup. Los efectos negativos sobre la salud humana
aumentarán en gran medida en el futuro, a medida que aumenta el uso de
Roundup en todo el mundo. No quiero ni pensar lo grave que puede
convertirse la situación si la Comunidad Mundial no pide que se detenga
la alimentación animal contaminada con herbicidas” Cita investigadores que instan a que se aplique el principio de precaución y que el uso de Roundup debe ser prohibido.
Finalmente cita al profesor Don Huber: “Seremos
recordados en el futuro como la generación que lanzó miles de toneladas
de productos químicos al suelo, pero también como la generación que
sacrificó a sus hijos en beneficio de un puñado de multinacionales”.
Realidades económicas
El Sr, Pedersen ha analizado los efectos de cambiar a
la soja no modificada genéticamente, y los resultados indican que ha
obtenido una mayor rentabilidad en su granja. Así evalúa la situación: “Encontramos
que la eficacia – medida en términos de horas hombre requeridas en la
nave- ha aumentado, ya que los animales están más contentos y más
saludables. Ahora tenemos 1,8 más cochinillos destetados por cerda –
29,9 frente a 28,1 cuando utilizábamos soja transgénica. Esos 1,8 más de
lechones destetados se traduce en 225.000 coronas danesas. Otro dato es
que han muerto 12 cerdas menos al año por problemas estomacales, lo que
en el hato reproductivo se traduce en 30.000 coronas danesas. La soja
no transgénica contiene más nutrientes, más proteínas y es más
energética. El valor añadido de proteínas y energía es de 17 DKr. por
100 kilogramos, lo que se traduce en 12.759 coronas danesas al año”. ( 1
euro= 7,45 coronas danesas)
El lado negativo de la ecuación se encuentra en el
coste adicional de 75 toneladas de productos no transgénicos, 55 coronas
danesas por cada 100 kg, lo que hace un total de 41.250 coronas
danesas.
Promedio anual actual de los ultimos 12 MESES
Gráfico mostrando el uso de antibióticos en la zona de cría de las
cerdas en la Granja Pilegaarden, durante los 12 meses después de la
conversión de soja transgénica a soja de no transgénica en el suministro
de alimentos. Las columnas muestran las dosis diarias acumuladas por
cada 100 animales que reciben la medicación en el área criadora de la
granja. La línea azul clara discontinua señala media nacional en esos 12
meses. La línea naranja muestra el promedio en los 12 meses de la
prescripción de antibiótico ( unidades de medicación) en la zona de cría
de cerdas de Pilegaarden. Ha descendido a menos del 50% de la media
nacional y regional.
Los costes adicionales equivalen a unas 28.500 coronas danesas. Son 450 cerdas, o sea 63,34 coronas danesas por cerda.
Considerando los aspectos positivos y negativos, el ganadero concluye: “El
ahorro en las medicinas sirve para pagar el coste adicional por la
adquisición de soja no transgénica. En total preveo unas ganancias de
250.000 coronas danesas, o sea, 550 coronas por cerda. Mis animales
están más felices y saludables, mis márgenes de beneficio han aumentado.
¡Así que hago debo estar haciendo bien!”.
Rápido crecimiento en la adopción de cultivos OGM in U.S.
Porcentaje de acres.
La situación en otras partes
De 32 a 36 millones de toneladas de soja son
importadas por Europa cada año ( en su mayoría de Brasil, Argentina y
Estados Unidos) para su uso en la cadena de suministro de piensos para
animales. La mayor parte es soja transgénica – solamente 7 millones de
toneladas con clasificadas como no transgénicas. Los mayores
importadores son Francia, Alemania y España. Dinamarca es muy
dependiente de la soja transgénica para alimentación animal y es
importada de Argentina. Alrededor de 1,7 millones de toneladas de soja
transgénica fueron importadas por Dinamarca en 2011 para la alimentación
animal.
Hemos recogido pruebas que muestran las evidencias de
problemas de salud, muertes del feto y malformaciones en animales en
granjas de Dinamarca donde se utiliza la soja transgénica como fuente de
alimentación. Lamentablemente, gran parte de estas evidencias no pasan
de ser anecdóticas y no están debidamente registradas en la literatura
científica revisada por pares. Hay, siendo suaves, un encubrimiento de
este hecho dentro de la industria agropecuaria. Se trata de una
barbaridad, y los investigadores debieran abordar este asunto relativo a
las enfermedades en los animales de las granjas y el uso de soja
transgénica. Decía un colega estadounidense: “Estoy casi seguro de
que hay documentación custodiada por alguna entidad oficial o registro
sobre este tema. A causa de las grandes mentiras que se difunden sobre
los transgénicos, diciendo que son sustancialmente “equivalentes”, muy
pocas personas se han planteado los problemas por la introducción en la
alimentación animal de soja transgénica, y cuando se hizo se referían a
ello como una “nueva norma”. Sé de varios casos individuales de
demostración de los problemas derivados del uso de maíz y soja
transgénica, pero los archivos pertenecían a los que realizan el cultivo
y no a entidades oficiales. Estas pruebas comenzaron, según mis
conocimientos, en 1997”.
Par su vergüenza, la Industria de los Transgénicos,
sindicatos agrarios y los reguladores siguen manteniendo una cerrazón
para evitar que se realicen las debidas investigaciones en el sector
porcino (en Norteamérica) sobre los efectos de piensos elaborados con
soja transgénica. No es tarde para iniciar idéntica investigación en los
países en Dinamarca y los países de la UE, con carácter de urgencia. No
se trata simplemente del bienestar animal, sino que también está en
juego la salud de los consumidores europeos. No debiera ser necesario
recordar que los humanos tiene el tracto digestivo muy similar a los
cerdos del Sr. Pedersen.
Nota:
No es nuestra intención para nada dañar la industria
porcina danesa, que es de gran importancia en la economía europea. Como
se indicó anteriormente, Dinamarca cuenta con una industria muy
regulada, incluyendo la medicación de las piaras de cerdas, más estricta
que en otros países de la UE. Se aplican sanciones muy altas a aquellos
criadores de cerdos que utilizan medicamentos en niveles mayores a los
acordados por las leyes. De hecho, es por su regulación tan estricta,
con una amplia tradición de apertura y transparencia, y la vigilancia y
supervisión de los veterinarios, que el Sr. Pedersen ha sido capaz de
reunir toda la información descrita anteriormente. Esto no habría sido
posible en la mayoría de los países de la UE. Dinamarca es nuestra
esperanza de que las experiencias del Sr. Pedersen sean realizadas
también en otras granjas, y si la industria se plantea el uso de la soja
no transgénica, no solamente mejorará la salud de la cabaña porcina
nacional, sino que también obtendrá una ventaja competitiva en el
mercado.
[…]
Fuente:
http://www.gmwatch.org/latest-listing/1-news-items/13882
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