miércoles, 9 de septiembre de 2015

La cura con abejas, una alternativa natural




  • Consiste en ser aguijoneado por una abeja melifera, la que da miel.
  • Se utiliza principalmente en dolores que presentan inflamación.
  • Tiene algunas contraindicaciones específicas.
Muchos profesionales de la salud están empezando a usar la apiterapia, bien con la abeja viva o en inyección, para el tratamiento de enfermedades reumatológicas, cardiovasculares o pulmonares, entre otras.
No obstante, la técnica, que consiste en ser aguijoneado por una abeja melífera que es la que da miel, debe ser realizada por un profesional que conozca las particularidades del tratamiento. Pedro Pérez, uno de los pocos expertos en la materia en España, explica que se trata de una terapia natural que no sólo consiste en que la abeja inyecte su veneno, la apitoxina, sino completar el tratamiento en base de los diferentes productos de la colmena.

Los productos de la colmena tienen los ladrillos para construir y reparar

"El cuerpo mejora, indudablemente, cuando le das aquello que necesita y cada producto de la colmena tiene unas propiedades que el cuerpo necesita. Estos productos tienen los ladrillos para construir y reparar, y, por otra parte, la apitoxina del veneno pasa a la sangre que circula por el cuerpo y lleva sus propiedades allí donde hay algo que reparar", explica.
Entre las enfermedades que pueden ser tratadas se encuentran, dentro de las reumáticas, la artritis reumatoide, osteoartritis, artritis reumatoide juvenil, artritis traumática, espondilitis, artritis psoriática, codo de tenista o la bursitis; dentro de las cardiovasculares, hipertensión, arritmias, aterosclerosis y varices. También se está usando en problemas de la piel como eccemas, psoriasis, verrugas; en problemas pulmonares como la obstrucción crónica pulmonar, el enfisema o el asma y en infecciones como laringitis o mastitis, entre otras.
Fundamentalmente se utiliza en dolores que presentan inflamación

"Fundamentalmente se utiliza en dolores que presentan inflamación, que es donde funciona perfectamente", y, a su juicio, para estos casos "no existe nada mejor que la picadura de abeja". En casos como la esclerosis múltiple, la psoriasis, o problemas de tipo circulatorio, aunque "no los cura ayuda y mejora el proceso". 

Diversos estudios han demostrado la picadura de abeja es cien veces más potente como antiinflamatorio que la hidrocortisona, "por eso se entiende que es tan beneficiosa en procesos dolorosos". Además, se conoce su poder terapéutico como antiséptico, y, al ser una técnica que se aplica teniendo en cuenta los puntos de acupuntura, "se consigue multiplicar su efecto beneficioso".
Por otra parte, se utilizan otros productos como la miel y el polen ricos en ácidos naturales, minerales, proteínas y aminoácidos, enzimas y con propiedades antihemorrágicas; el pan de abejas que además contiene más cantidad de Vitamina K; la jalea real que estimula el crecimiento y aumenta el nivel de cortisol en la sangre; la cera tiene propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias; y el propóleos que tiene un gran poder antibacteriano, pero además es antibiótico, anti fúngico, antihemorrágico, anti herpético, antiinflamatorio y antiséptico. 

No se trata de una terapia con grandes contraindicaciones, aunque en el caso de los alérgicos el tratamiento dura más ya que primero se deben probar con pequeñas dosis para "inmunizarles". Además, estos tratamientos se suelen usar sólo en adultos que no tengan problemas de fluidez de la sangre, como por ejemplo tuberculosis o ulceras sangrante, y tampoco en algunos casos de diabetes.
Asimismo, tampoco está recomendado cuando los pacientes están tomando ciertos medicamentos como los betabloqueantes o los opiáceos, ya que puede provocar reacciones adversas.

Respecto a los efectos, el apiterapeuta explica que se trata de una terapia que puede producir inflamación, sudoración, y otros efectos que pueden no ser percibidos, y que, en cualquier caso, "forman parte de la crisis curativa, que es un proceso que el organismo tiene que recorrer para depurarse y poder curarse".
En la mayoría de los casos suelen realizarse un tratamiento de entre 7 y 10 sesiones, aunque cuando existen factores psicológicos el tratamiento "puede no ser tan eficaz a corto plazo".  
  fuente : http://m.20minutos.es/noticia/445824/0/abejas/salud/terapia/

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