Mujeres de la comunidad de Maní, Yucatán, realizan la cria de abejas sin aguijón; su trabajo les permite sustentar a sus familias.-
Anselma Tzuc, testimonio, comentó que “lo más importante: amamos lo que hacemos y cuidamos las abejitas como si fueran nuestros hijos; hace 3 años que empezamos con nuestras abejitas.”
Este proyecto fue creado por 15 mujeres indígenas viudas, madres solteras o con esposos con alguna discapacidad que no pueden laborar y su idea las sacó adelante al llevar sustento económico a sus hogares.
Se capacitaron y aprendieron a manejar a las abejas y las propiedades de la miel, ahora, sus viviendas son sus oficinas, sus patios, el lugar donde cultivan y hacen crecer el negocio familiar.
Gabriel Chan, director Agropecuario y Desarrollo Rural, explicó que “Están produciendo mucho; están vendiendo muy bien sus productos y ya se está reconociendo como ella dice.”
Con la meliponicultura, estas mujeres tienen empleo, y ahora crean nuevos productos para extenderse más allá de su comunidad.
Las mujeres abejas como se les conoce en Maní, se esfuerzan por salir de la pobreza con la meliponicultura, una actividad que se ha ejercido en Yucatán desde hace más de mil 500 años ya que los mayas utilizaron a las abejas sin aguijón porque producen una de las mieles más dulces del mundo.
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