INRA - ACTA - ITSAP/Instituto de la Abeja - CNRS
Un equipo de investigación multidisciplinar francés ha demostrado por vez primera el papel de un insecticida en la reducción del número de abejas, no por su toxicidad directa, sino por perturbar su orientación y su capacidad de encontrar la colmena al intentar volver a ella. Para llevar a cabo el estudio, los investigadores pegaron microchips RFID en más de 650 abejas. De esta forma, constataron la importancia del no regreso a su colmena de abejas recolectoras, previamente alimentadas en el laboratorio con una solución de azúcar que contenía dosis muy bajas de tiametoxam, un insecticida de la familia de los neonicotinoides utilizado para proteger los cultivos de ciertas plagas, especialmente a través del recubrimiento de semillas. Esos resultados, publicados en la revista Science del 29 de marzo de 2012, apuntan a que ese insecticida podría tener un impacto significativo en las colonias.Las preguntas actualmente sin respuesta acerca de la disminución de las poblaciones de polinizadores, que afectan tanto a las abejas domésticas como a las silvestres (abejorros, osmias, etc.), han llevado a todos los actores afectados a unir sus fuerzas. Así, investigadores (INRA, CNRS) e ingenieros agrícolas y apícolas (ACTA, ITSAP/Instituto de la Abeja, ADAPI) han estudiado, en el marco de una asociación multidisciplinar (ver recuadro) sobre la evaluación de la reducción del número de abejas, la relación entre la ingestión de un insecticida de la familia de los neonicotinoides y la mortalidad de las abejas recolectoras. Su trabajo ha puesto de manifiesto que la exposición a una dosis baja y muy por debajo de la dosis letal de esta molécula conlleva una desaparición de abejas de dos a tres veces mayor de lo normal. |
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Para llevar a cabo ese estudio, los científicos utilizaron una metodología innovadora: pegaron microchips RFID en el tórax de más de 650 abejas, con lo que pudieron controlar individualmente su entrada o salida de la colmena gracias a una serie de sensores electrónicos. La mitad de los individuos fue alimentada con una solución de azúcar con una dosis muy baja de insecticida, comparable a la cantidad a que las abejas podrían verse expuestas en su actividad diaria de recolección de néctar en un cultivo tratado con insecticidas. |
La otra mitad, el grupo de control, recibió una solución de azúcar sin
insecticida. Entonces, soltaron a las 650 abejas a un kilómetro de su
colmena, una distancia habitual para las abejas recolectoras domésticas.
Comparando el porcentaje de abejas que volvieron a la colmena de ambos
grupos, los investigadores evaluaron la tasa de desaparición imputable a
la ingestión del producto de prueba. El equipo observó una tasa
significativa de no retorno de las abejas a la colmena, consecuencia de
un fenómeno de desorientación debido a la intoxicación con una dosis
baja de ese producto. Cuando se combina con la mortalidad natural, la
tasa de desaparición vinculada al insecticida conduce a una mortalidad
diaria del 25 al 50 % entre las recolectoras intoxicadas, lo que supone
hasta el triple de la tasa normal, que se sitúa en torno al 15 % de las
recolectoras por día.
Para calcular la tasa de aumento de la mortalidad durante el periodo de
floración, se introdujeron dichos valores en un modelo matemático que
simulaba la población de las colonias de abejas. Los resultados
mostraron que si la mayoría de las abejas recolectoras se contaminaba
cada día, el número de individuos de la colonia durante la floración
podría reducirse a la mitad, y hasta un 75 % en los escenarios más
pesimistas. Esta disminución de la población sería crítica en un momento
en que la población de la colonia debería alcanzar su punto máximo,
requisito para el almacenamiento de reservas de alimentos y la
producción de miel.
Por lo tanto, esa desorientación puede desestabilizar el desarrollo
normal de la colonia, lo que, por otra parte, la debilitaría frente a
otros factores de estrés, como los agentes patógenos (varroa, nosema,
virus) o las variaciones en la disponibilidad de los recursos florales
naturales. Así pues, este estudio indica que una exposición de las
abejas recolectoras a un insecticida neonicotinoide podría afectar a
largo plazo a la supervivencia de la colonia, incluso en dosis muy
inferiores a las que provocan la muerte de los individuos.
Próximamente, los socios de la unidad mixta tecnológica PrADE
(Protección de las Abejas en el Medio Ambiente), en colaboración con los
institutos técnicos agrícolas ARVALIS-Instituto de Vegetales y CETIOM
(dos institutos técnicos especializados en el cultivo del maíz y de la
colza), llevarán a cabo experimentos en condiciones reales, teniendo en
cuenta las prácticas agrícolas, como la fase de administración del
insecticida, y usando esa misma tecnología RFID para rastrear a cada
abeja.
Investigadores y sectores participantes en el estudio
Este estudio ha sido llevado a cabo por un equipo formado
por investigadores, ingenieros y técnicos del INRA y del CNRS
(organismos públicos de investigación), del ACTA, la red de institutos
de los sectores animal y vegetal (de institutos técnicos agrícolas), y
de la ADAPI (Asociación para el Desarrollo de la Apicultura de la
Provenza), el homólogo regional de la asociación nacional, la
ITSAP/Instituto de la Abeja.
Este estudio se basa en un enfoque multidisciplinario que
reúne a especialistas de la apidología, la biología del comportamiento,
la ecotoxicología y la agroecología.
Ha sido realizado por la unidad mixta tecnológica (UMT)
PrADE (Protección de las Abejas en el Medio Ambiente), con sede en
Aviñón. Ha sido llevado a cabo gracias al dispositivo experimental
ECOBEE, en la Zona Taller Plaine & Val de Sèvre (región de
Poitou-Charentes), un territorio administrado por el Centro de Estudios
Biológicos de Chizé (CNRS), dedicado a programas de investigación
sobre la biodiversidad y los ecosistemas agrícolas, y a la Unidad
Experimental de Entomología del INRA del Centro de Poitou-Charentes
para el seguimiento experimental de las colonias de abejas en esta
área.
Este programa de investigación está financiado por fondos
europeos del FEAGA en base al reglamento europeo en favor de la
apicultura.
Referencia:
A Common Pesticide Decreases Foraging Success and Survival in Honey Bees. Mickaël
Henry, Maxime Beguin, Fabrice Requier, Orianne Rollin, Jean‐François
Odoux, Pierrick Aupinel, Jean Aptel, Sylvie Tchamitchian, Axel
Decourtye. Science, 29 March 2012. DOI: 10.1126/science.1215039
Redacción:
Servicio de prensa del INRAContactos:
Contactos científicos:
UMT PrADE (Protección de la Abeja en el Medio Ambiente):
Mickaël Henry: Mickael.Henry@avignon.inra.fr
Axel Decourtye: axel.decourtye@acta.asso.fr
Contactos de prensa:
INRA: Lise Poulet:: presse@inra.fr
tel.: +33 (0)1 42 75 91 68 o 91 86
ACTA: Marie-Christine Sela-Paternelle:
sela-paternelle@acta.asso.fr
tel.: +33 (0)1 40 04 50 46
ITSAP/Instituto de la Abeja: Patricia Odountan:
patricia.odountan@itsap.asso.fr
tel.: +33 (0)1 40 04 50 25
FUENTE: http://www.international.inra.fr/es/investigaciones/los_insecticidas_provocan_desorientacion_en_las_abejas
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