Alrededor de 300.000 agricultores orgánicos se han unido para demandar a la empresa Monsanto, conocida por vender semillas modificadas genéticamente, por contaminar a personas y naturaleza, y usar tácticas de mano dura contra pequeños y medianos agricultores.
Ahora una juez, Naomi Buchwald, de la corte del distrito sur de Nueva York, dice que decidirá el 31 de marzo si la demanda contra esta corporación podrá llegar al juzgado. El año pasado, 270.000 agricultores orgánicos intentaron llevar a Monsanto a los tribunales por razones relacionadas con una semilla transgénica ideada por la empresa que contamina a las semillas naturales por polinización en el medio ambiente. No sólo se trataba de cómo las semillas modificadas genéticamente se habían transportado por el viento, animales e insectos, afectando a pequeños agricultores, sino que el principal problema era que Monsanto había estado demandando a pequeños y grandes agricultores por encontrar en sus campos semillas transgénicas.
Monsanto ha ido tras cientos de granjeros por supuestamente infringir la patente de sus semillas cuando éstas han sido encontradas en las granjas de éstos, una situación que resulta por el proceso de polinización natural que ocurre gracias a animales. Los agricultores demandados, incapaces de pagar una defensa adecuada, terminaban algunos perdiendo dinero, u obligados a llegar a acuerdos con Monsanto. Como resultado de ello, Monsanto vio aumentar sus ganancias.
REBELIÓN ORGÁNICA
“Las amenazas de Monsanto y el abuso de los agricultores familiares se detiene aquí”, dice Jim Gerritsen, presidente de los Productores de Semillas Orgánicas y la Asociación de Comercio. “La contaminación genética de Monsanto de semillas orgánicas y los cultivos orgánicos termina ahora. Los estadounidenses tienen el derecho a elegir en el mercado –para decidir qué tipo de comida va a alimentar a sus familias– y estamos tomando esta acción en su nombre para proteger ese derecho a elegir". Isabel Archerd, directora de una cooperativa de alimentación de Minneapolis, añade en apoyo de los agricultores para el New York Times: "El polen y el ADN no juegan con las reglas de la USDA.
Desde ahí, sin embargo, las cosas podrían ensuciarse. Michael Taylor, un ex abogado del Departamento de Agricultura de EE.UU. y que había trabajado para Monsanto y está dentro del grupo de presión de Monsanto, ha sido nombrado recientemente para un trabajo del gobierno federal como el comisionado adjunto de alimentos en los Estados Unidos, Food and Drug Administration (FDA). Desde entonces, la FDA ha rechazado las peticiones para etiquetar los productos modificados genéticamente como tales a pesar de las demandas de los grupos de protección al consumidor.
Recordamos que afortunadamente en Europa, los alimentos que sobrepasen un 0,9% de contenido transgénico deben señalar en sus etiquetas que contienen alimentos modificados genéticamente. Aunque es posible que se sobrepase y no se regule, y es muy probable que los productos procedentes de ganadería sobrepasen en mucho esa cantidad, pues se les ha estado dando a los animales en España un 50% de contenido transgénico en piensos: pasáos a otros modelos de ganadería, huevos, y leche; reducid consumo de carnes, mejor a cero. Hay ganadería ecológica; la leche y huevos en esos modelos es de mayor calidad, y si tenéis un poco de información sabréis que cuanto menos de esos productos, en general, mejor.
“Las amenazas de Monsanto y el abuso de los agricultores familiares se detiene aquí”, dice Jim Gerritsen, presidente de los Productores de Semillas Orgánicas y la Asociación de Comercio. “La contaminación genética de Monsanto de semillas orgánicas y los cultivos orgánicos termina ahora. Los estadounidenses tienen el derecho a elegir en el mercado –para decidir qué tipo de comida va a alimentar a sus familias– y estamos tomando esta acción en su nombre para proteger ese derecho a elegir". Isabel Archerd, directora de una cooperativa de alimentación de Minneapolis, añade en apoyo de los agricultores para el New York Times: "El polen y el ADN no juegan con las reglas de la USDA.
Desde ahí, sin embargo, las cosas podrían ensuciarse. Michael Taylor, un ex abogado del Departamento de Agricultura de EE.UU. y que había trabajado para Monsanto y está dentro del grupo de presión de Monsanto, ha sido nombrado recientemente para un trabajo del gobierno federal como el comisionado adjunto de alimentos en los Estados Unidos, Food and Drug Administration (FDA). Desde entonces, la FDA ha rechazado las peticiones para etiquetar los productos modificados genéticamente como tales a pesar de las demandas de los grupos de protección al consumidor.
Recordamos que afortunadamente en Europa, los alimentos que sobrepasen un 0,9% de contenido transgénico deben señalar en sus etiquetas que contienen alimentos modificados genéticamente. Aunque es posible que se sobrepase y no se regule, y es muy probable que los productos procedentes de ganadería sobrepasen en mucho esa cantidad, pues se les ha estado dando a los animales en España un 50% de contenido transgénico en piensos: pasáos a otros modelos de ganadería, huevos, y leche; reducid consumo de carnes, mejor a cero. Hay ganadería ecológica; la leche y huevos en esos modelos es de mayor calidad, y si tenéis un poco de información sabréis que cuanto menos de esos productos, en general, mejor.
FUENTE: http://www.foodsafety.com.ar/blog/?p=949
TRADUCCION: VIDASANA.ORG
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