El trabajo, realizado por dos investigadores, Scofield y Mattila, de la Universidad de Wellesley en Estados Unidos, se realizó en condiciones de campo en colmenas en producción, restringiendo el acceso de las nodrizas al polen, creando así un estrés nutricional y estudiando las diferencias que se producían en el peso, longevidad, actividad de pecoreo y la danza de comunicación.
“El estrés nutricional hace tiempo que se sabe que reduce la vida útil de las abejas”, señaló Mattila, “pero nunca habíamos tenido una comprensión tan clara de su impacto en las tareas que realizan, o sobre el conocimiento de que sus efectos persisten hasta sus últimos días, incluso cuando abejas tienen comida abundante como adultos “.
Los resultados mostraron que las obreras criadas en colonias con carencias de polen fueron menos pesadas y vivían menos que las abejas criadas en colmenas con un acceso adecuado al polen. Proporcionalmente se encontraron menos obreras “estresadas” pecoreando, y las que sí llegaron a realizar actividades de pecorea, empezaban antes, lo hacían durante menos días y tenían mayores probabilidades de morir solo un día después de pecorear.
Las obreras “estresadas” por carencias de polen en la alimentación eran menos proclives a realizar la danza del coleteo que las obreras provenientes de larvas correctamente alimentadas y si lo hacían la información que transmitían sobre la localización de la comida era menos precisa.
“Sus danzas a menudo eran visiblemente inconsistente y casi desorientado en el peor de los casos”, ha señalado Scofield.
Estos déficits de rendimiento, señalan los autores, pueden intensificarse a largo plazo al impedir que estas abejas “estresadas” proporcionen suficiente alimento para el desarrollo de las obreras.
Además, es importante considerar que el estrés nutricional interactúa con otros factores de estrés, como pesticidas y agentes patógenos, que ya son conocidos para disminuir la longevidad y deteriorar la capacidad de forrajeo, creando un círculo vicioso de mala salud y disminución de la población. “ Si la escasez de fuentes de alimento en el hábitat impone un estrés nutricional en las colmenas, nuestro estudio demuestra que la abeja estresada no puede compensar estas reducidas oportunidades de comida trabajando más duro para encontrarla, lo que probablemente exacerba el estrés nutricional y además limita la capacidad de la colonia para superar los desafíos de la búsqueda de alimentos”, ha explicado Mattila.
ES MI OPINION...
TODOS LOS AÑOS MUCHOS APICULTORES ME PIDEN QUE LE HAGA UN "PERITAJE" DE ALGUNA O ALGUNAS COLMENAS QUE SE LES MURIERON DURANTE EL INICIO DE LA TEMPORADA... AGOSTO GENERALEMTE.... Y EN GRAN PORCENTAJE LAS PERDIDAS SE DEBEN A DESEQUILIBRIO PROTEICO... LA COLMENA SE QUEDO SIN POLEN PARA QUE LAS NODRIZAN FABRIQUEN JALEA REAL PARA ALIMENTAR A LAS LARVAS Y A LA REINA... FINALMENTE LA COLMENA MUERE DE HAMBRE... Y EN ALGUNOS POCOS CASOS LOGRAN HUIR DEJANDO LA COLMENA ABANDONADA...
DE AHI LA GRAN IMPORTANCIA DE NUTRIR LA COLMENA CON SUSTITUTO PROTEICO EN POLVO PARA AYUDAR TAMBIEN A ESTIMULAR EL ASEO... Y LA CAIDA DE VARROA... COMO ASI DAR MAS PROTEINA PARA QUE LAS ABEJAS QUE NACEN EN OTOÑO.. FORMEN MAS GRASA SUBCUTANEA LO DE LE DARA MAS TIEMPO DE VIDA AL FINAL DEL INVIERNO... FORTALECIENDO EL CRECIMIENTO TEMPRANO DE LA COLMENA....
EDMUNDO F. GABUS TOGNOLA
TECNICO APICOLA, ISAS, ASESOR EN PRODUCCION APICOLA ORGANICA..
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