El artículo ofrece una visión general de lo que debemos tener en cuenta
para producir propóleos, los métodos de recolección y las precauciones
en su recogida, almacenado y conservación del producto. El propóleos es
un producto compuesto básicamente por sustancias resinosas procedentes
de distintas especies vegetales, en líneas generales podemos considerar
que su composición sería 50% de bálsamos y resinas, 35% de cera, 10% de
aceites esenciales y un 5 % de polen.
El propóleos es un producto compuesto básicamente por sustancias
resinosas procedentes de distintas especies vegetales, en líneas
generales podemos considerar que su composición sería 50% de bálsamos y
resinas, 35% de cera, 10% de aceites esenciales y un 5 % de polen.
Ese
50% es el que contiene los principios activos, y en esa fracción se han
logrado separar ya cerca de 200 compuestos, de los cuales prácticamente
la mitad son compuestos fenólicos (principalmente flavonoides) a los
que se les atribuyen propiedades curativas o farmacológicas.
A
grandes rasgos podemos decir que los flavonoides son pigmentos vegetales
con una importante acción antioxidante; absorben la radiación
electromagnética en la zona UV VIS, por lo que constituyen una
protección natural para las plantas contra la radiación UV del sol (al
propóleos se le atribuye entonces un efecto protector sobre la piel).
Por otra parte, presentan una barrera química de defensa contra
microorganismos ( hongos, bacterias y virus).
Estos compuestos,
al igual que otros volátiles que forman parte del propóleo pueden
perderse por la acción de la temperatura , así como a la prolongada
radiación UV por lo que deberemos tener el máximo cuidado tanto en su
producción y recolección como en su posterior manejo.
La
caracterización del propóleo viene dada por sus características
organolépticas, así como por diversos parámetros físico-químicos.
En
el primer caso se determinan normalmente el aspecto, consistencia,
impurezas mecánicas, color, olor y sabor; en el segundo los análisis más
habituales son: humedad, punto de fusión, contenido en ceras, propóleos
e impurezas mecánicas; sustancias minerales, índice de oxidación,
índice de yodo, índice de acidez, basicidad, ester y pH, así como el
análisis cualitativo de flavonoides, y cuantitativo de fenoles totales.
El
color dependerá de su origen floral, apareciendo tonalidades amarillas,
pardas, verdosas, castañas, rojizas, negruzcas. En general los
propóleos claros son los más apreciados. En cuanto al olor éste debe ser
resinoso y más o menos suaves o aromáticos. El sabor debe ser
básicamente picante.
La cera y las mezclas mecánicas no contienen
principios activos y su elevada presencia depreciara el producto; una
forma simple de determinar la calidad de una muestra en el campo
consiste en oprimir una pequeña parte entre los dedos índice y pulgar.
Si sentimos consistencia terrosa la muestra es de poca calidad por la
presencia de un exceso de mezclas mecánicas, si es demasiado maleable
tendrá una cantidad excesiva de cera por lo tanto su calidad será
también inferior.
Aspectos de la producción
El
éxito tanto en calidad como en cantidad de propóleos obtenido depende
de una interrelación de factores que juegan un papel fundamental en este
tipo de producción:
1. Flora y clima
2. Raza de abeja que utilicemos
3. Métodos de recolección
4. Sanidad de la colmena
Flora y clima
Las
sustancias resinosas origen de los propóleos proceden de diversas
especies vegetales (de los brotes, exudados resinosos,
),
principalmente de álamos, castaños, abetos, sauces, pinos, abedules,
etc. Por ello, es lógico que en las explotaciones establecidas en
bosques naturales, las abejas acumulen mas propóleos que en aquellas
establecidas en zonas de cultivos intensivos. Es importante también que
los colmenares se ubiquen lejos de zonas donde existan cultivos en los
que se apliquen tratamientos plaguicidas y lejos de vías de comunicación
terrestre, ya que en algunos casos se han reportado contaminaciones con
plomo.
Habrá que tener en cuenta que siempre será mayor la
predisposición y almacenamiento en zonas frías y ventosas que en zonas
cálidas (a excepción de la abeja africanizada en zonas tropicales que
recolectan permanentemente).
Raza
Con
respecto al tipo de raza de abeja, sabemos que la mas propolizadora es
la Apis mellifera caucásica, la abeja gris originaria de las montañas
del Cáucaso, que llega a producir en ocasiones una exagerada
propolización lo que dificulta las visitas de aquellos que no abren sus
colmenas regularmente. La abeja italiana (A. m. ligustica) es la menos
propolizadora aunque en zonas ventosas y frías con bosques o alamedas
son buenas productoras de propóleos. En el valla argentino de Río Negro,
Neuquen y Mendoza, limite con Chile, se obtienen rendimientos de 300 a
500 gramos/colmena /año de propóleos de excelente calidad.
En
cuanto a la A. m. mellifera o abeja negra nativa o criolla tiene muy
buenas aptitudes de propolización debido a su permanente agresividad y
rusticidad, cualidades que influyen sobremanera en su instinto de sellar
grietas y fijar partes de la colmena.
Con respecto a la raza cárnica es muy poco propolizadora a pesar de su gran capacidad de adaptación a todos los climas.
En definitiva a la hora de elegir debemos tener en cuenta la adaptación de la raza a nuestra zona de producción.
Método de recolección
Raspado
Tradicionalmente
se ha venido utilizando el sistema de raspado de cabezales, cajones,
etc. Este método es cada vez más desaconsejable, debido a que el
propóleo contiene mayores impurezas y posibles contaminantes (resultados
de algunos estudios realizados sobre calidad desaconsejan este método
de extracción).
Cuando se procede a recolectar propóleos por la
técnica del raspado, es conveniente emplear elementos o espátulas de
poco filo y de acero inoxidable; cuando se emplean elementos de hierro,
este componente forma complejos con los principios activos del
propóleos, disminuyendo su calidad.
También es importante tener
en cuenta la ubicación del mismo en la colmena: el propóleos de piquera,
a pesar de su fácil obtención y acceso, es un propóleos que ha perdido
gran parte de sus propiedades, ya que al estar expuesto al medio
ambiente, la acción del aire y el sol produce oxidaciones que disminuyen
su calidad. También el propóleos de techo suele estar acompañado de
mucha cera, mientras el propóleos de piso, contiene demasiadas
impurezas.
Es conveniente tomar el propóleos depositado en las
paredes internas de la colmena o de los laterales y cabezales de los
cuadros, ya que poseen mayor concentración de resinas y se encuentra mas
protegido.
Nunca raspar en las zonas donde haya pintura sobre la madera, ya que contaminaría el producto.
Mallas
La
recolección debe ser efectuada mediante el empleo de mallas que
optimicen el proceso y garanticen la obtención de un producto exento de
impurezas y contaminantes.
Podemos optar entonces por el uso de
mallas matrizadas plásticas en espacios de 4,5 mm. fabricadas
específicamente para el almacenamiento de propóleos; éstas se utilizan
sobre los cabezales de los cuadros debajo de la entretapa de la colmena.
O bien la típica tela mosquitera plástica que tiene el mismo resultado
(en pruebas realizadas en Argentina no se ha encontrado diferencias de
rendimiento entre una y otra.).
Este último tipo de trampa es el
más empleado en Argentina , se ubica igualmente en la parte superior de
la última alza, por debajo del techo. Como la abeja propolizará los
espacios intermarcos (refiriéndonos a colmenas Dadant o Langstroth) es
bueno cortar la malla un poco mas ancha de la superficie de la colmena
de modo que cuando sellen los primeros espacios podamos correrla y así
completar toda su superficie. Es ideal contar con dos mallas por colmena
para así efectuar el intercambio cuando realizamos la recolección.
Sobre todo si no volveremos al colmenar por unos días.
La
producción con mallas tiene la ventaja de no producir ninguna
modificación en el resto de las producciones de la colmena, invitando a
la abeja a propolizar sin alterar el funcionamiento normal de la misma.
Con él contamos además con el propóleos suficiente para su protección y
además un excedente para nuestra producción de mayor calidad.
Colector Inteligente de Propóleos
En
las últimas campañas se ha puesto en funcionamiento en Argentina y
Brasil un nuevo sistema de recolección, el llamado C.I.P. (colector
inteligente de propóleos).
Se trata, a grandes rasgos, de un
dispositivo en forma de cajón del tamaño de la colmena pero cuyos
laterales no son tablas de madera, sino un juego de listones de madera y
guías móviles (con espacios para la propolización). El propóleo se
recoge de las aberturas mediante un cuchillo bien afilado o un punzón y a
medida que éstas se van llenando se transfieren las guías (llevan un
dispositivo de protección contra el sol y la lluvia). El CPI se puede
colocar en sustitución de la cámara de cría, transfiriendo los cuadros, o
bien sobre el mismo sustituyendo la primera alza.
A pesar de ser
un dispositivo diseñado para producir propóleos en gran cantidad,
algunas experiencias han mostrado efectos contrarios, las cosechas han
sido bajas y se ha producido una importante pérdida de colmenas.
Para
que funcione correctamente es necesario unas condiciones óptimas; es
decir, contar con la abeja apropiada en la zona apropiada y con mucha
oferta de propóleos. Por ejemplo, en abeja italiana utilizando el C.I.P.
se ha visto en diversas situaciones que la estresa terriblemente y
emigra.
El problema de este tipo de colectores o sistemas radica
en la intención por parte del apicultor de obligar o forzar a la abeja a
propolizar; sumándose a ello la baja calidad de propóleos obtenido
debido a la permanente exposición del mismo al medio ambiente (a pesar
de las protecciones), donde sufre deterioros por acción de la luz, aire y
temperaturas. En este sentido es indiscutible la mejor calidad de
propóleos del interior de la colmena.
Esta claro que al obligar a
propolizar sacrificaremos sin lugar a dudas nuestra producción de miel y
cera, lo cual va en contra de la formación o enseñanza apícola que
hemos recibido. En definitiva pensando como apicultor y defensor de
nuestras abejas, considero importante la actitud de invitar en lugar de
obligar a nuestras abejas a propolizar.
Higiene y sanidad
En
cuanto al manejo adecuado de las colmenas que vamos a elegir para
producir propóleos, es de suma importancia que se trate de colonias
sanas y fuertes a los efectos de no tener que recurrir a curas con
productos que generen residuos tóxicos.
Hay que tener en cuenta
entonces los programas de tratamientos contra Varroa, loque, etc. para
compaginarlos con la producción de propóleos. En Argentina, por ejemplo,
al final de la temporada es cuando se produce la mayor entrada de
propóleos y será necesario entonces evitar el tratamiento con
oxitetraciclina Este es un gran problema al que se enfrenta el apicultor
que trabaja la colmena de acuerdo a las necesidades para la producción
de miel.
Recolección, almacenado y conservación
En
la manipulación del propóleos es importante cuidar del mismo cuando
abrimos la colmena y retiramos la malla para hacer una revisión o bien
la cosecha de miel. En este último caso, debemos tratar de no exponer la
malla mucho tiempo al sol y lo que es fundamental, el cuidado al usar
la bufadora para retirar a las abejas del alza melaria o piso, por
posibles residuos de plomo que pueden producir las emanaciones del motor
que llevamos como mochila. Será conveniente pues disponer de bandejas
de plástico o de madera para depositar las mallas, tanto en las
inspecciones como en las operaciones de recogida de las mallas.
La
recolección, sobre todo en el caso del raspado, se deberá hacer con las
manos y las espátulas limpias de restos de miel, tierra,
o cualquier
otra sustancia que pueda contaminarlo.
Evitar en el momento de
recoger el producto hacer grandes bolas de propóleos, que además de
compactarlo y perder así calidad, hacen más difícil su posterior
manipulación.
Una vez cosechado debe ser guardado en envases (de
cartón, vidrio o plástico atóxico; evitar ubicarlo en envases de metal),
que lo protejan de los gases de combustión del vehículo empleado para
su traslado, del polvo y humedad ambiente y del sol.
Una vez en casa,
procedemos a enrollar las mallas tipo diplomas y disponerlas dentro del
congelador o freezer por espacio de 1 o 2 horas. En este lapso de
tiempo el propóleos habrá obtenido un consistencia tal que al
desenrollar las mallas se desprenderá de las mismas con gran facilidad.
Una
vez obtenido el propóleos bruto es conveniente no apelmazarlo, para lo
cual se recomienda no embalar mas de un kilogramo por partida.
Recordemos
una vez más que debemos tener en cuenta protegerlo contra: la absorción
de humedad (la humedad excesiva en el propóleos, favorece el desarrollo
de algunas especies de hongos (Aspergillus, Penicillium), en la
superficie del mismo, lo que se manifiesta por la presencia de capas
blancas y verdosas; estos hongos pueden generar toxinas que son
perjudiciales para la salud) ; la temperatura ambiente excesiva; el
contacto con el aire y la acción de la luz, (sobre todo radiación UV) y
el ataque de insectos.
Por todo ello lo conveniente sería
almacenarlo en frascos de vidrio de color ámbar de preferencia a las
bolsas de polietileno. Pero una opción aceptable son las bandejitas
plásticas que se utilizan para productos alimenticios. No se debe
envasar en cajas o envases que hayan contenido otros productos, (y menos
si son pesticidas, plaguicidas, productos químicos, etc.), que pueden
contaminar el propóleos. También se debe evitar emplear bolsas de
polietileno con inscripciones, cuya tinta contenga metales pesados que
pueden incorporarse al propóleos.
Los locales deben estar limpios, ventilados, libres de roedores e insectos, etc.
La
temperatura idónea para su conservación es de 15º C, a fin de evitar
las pérdidas de los componentes volátiles del mismo que contribuyen a
sus propiedades.
Hay que tener en cuenta que el propóleo cosechado
con exceso de cera, favorece el desarrollo de la polilla de la cera, lo
que deteriora el producto. Al respecto, es necesario colocar el
propóleos por 48 horas a 15ºC antes de envasarlo, para degradar los
huevos de la polilla.
Resumiendo: su almacenamiento debe
realizarse en un lugar seco, fresco y oscuro teniendo en cuenta los
detalles antes descriptos.
C. Jürgens
Perito apicultor
http://www.cuencarural.com/granja/apicultura/88225-factores-que-influyen-en-la-produccion-y-almacenado-del-propoleo/
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